
De izquierda a derecha, Arnatz Puertas, Miren Gaztañaga, Mikel Losada e Ione Irazabal, protagonistas de 'El Zoo de Cristal'
Natalia Menéndez redescubre a Tennessee Williams: "Es irónico, elegante, simbólico y, sobre todo, muy poético"
La dramaturga estrena en el Teatro Arriaga de Bilbao 'El zoo de cristal', la obra “más autobiográfica” del autor. Del 21 al 23 de marzo en euskera y del 3 al 6 de abril en castellano.
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“Es como si a Chéjov se le tomara en serio”. Natalia Menéndez (Madrid, 1967), que el 21 de marzo estrena en el Teatro Arriaga de Bilbao El zoo de cristal de Tennessee Williams, insiste en que se ha leído mal al dramaturgo estadounidense. Ese “malentendido”, en el que se acostumbraba a interpretar sus obras dentro de un código realista, aun así le valió al también autor de Un tranvía llamado deseo y La gata en el tejado de zinc el reconocimiento mundial de sus obras (dos Premios Pulitzer incluidos).
Tennessee Williams es, en cambio, y según Menéndez, “irónico, elegante, simbólico y, sobre todo, muy poético. No se le reconoce como se merece”. La que fuera hasta noviembre de 2023 directora artística del Teatro Español y Naves del Matadero ha rechazado la visión naturalista que ha llevado a que muchos, incluida ella, tuvieran sus reservas a la hora de abordar la obra del dramaturgo.
“Cuando me ofrecieron dirigir esta obra, me sumergí en sus trabajos. Prologando El zoo de cristal encontré unos textos de Williams en los que explicaba cómo entendía su propio teatro. Son de lectura obligatoria porque redescubren a un autor completamente distinto del que creíamos conocer”.
A las tablas del Arriaga llega una versión que “apuesta por el corazón. Se aleja de las ideas preconcecibas que teníamos de este autor” y se acerca a movimientos con los que en un primer término no relacionaríamos a Tennessee Williams como el expresionismo o el simbolismo. Corrientes, añade Menéndez, que “lejos de estar cubiertas de polvo, hoy en día están en constante cambio y evolución”.
La de El zoo de cristal es la historia de una familia sureña de Estados Unidos que, en los difíciles años 30 del siglo pasado, se enfrenta al abandono paterno. En el hogar quedan Amanda Wingfield, una madre autoritaria, y sus hijos, Laura, una joven con discapacidad mental, y Tom, un escritor frustrado que cumple además el rol de narrador de la historia.
Se trata de la obra “más autobiográfica de Tennessee Williams”, tal y como señala Menéndez, pues, como el joven Tom, el autor “era homosexual y había pasado por la experiencia de una madre represiva” que, en última instancia, “le hizo fugarse de casa y dejar a su hermana atrás, cosa por la que se sintió culpable toda su vida”.
En la obra, Tom cuenta la historia de su familia como en un recuerdo, lo que también se apreciará en la puesta en escena: “En la escenografía, muy minimalista, con paredes traslúcidas y muchas cortinas, veremos un reflejo de los efectos de la memoria, con sus sombras y su subjetividad”.
La obra se representará en el Arriaga del 21 al 23 en euskera -con traducción de Kepa Errasti- y del 3 al 6 de abril en castellano.