Bernard-Henri Lévy (Foto: Alexis Duclos) y Timothy Garton Ash (Sue Taylor)

Bernard-Henri Lévy (Foto: Alexis Duclos) y Timothy Garton Ash (Sue Taylor)

Historia

Bernard-Henri Lévy y Timothy Garton Ash, ante el destino de Europa: "Estamos contra la pared"

Entusiastas de la unidad del viejo continente y de sus ideales humanistas, alertan de los peligros en vísperas de unas elecciones europeas cruciales.

8 junio, 2024 02:08

"Vivimos en la mejor Europa de todos los tiempos". El periodista e historiador Timothy Garton Ash (Londres, 1955), que lanzó el año pasado el monumental libro Europa. Una historia personal (Taurus), lo tiene claro y en esos términos categóricos lo expresa a El Cultural en esta conversación con Bernard-Henri Lévy (París, 1948). El filósofo francés, que hace cinco años se subió a los escenarios para despertar conciencias con su monólogo Looking for Europe, no es menos contundente: nos advierte de que Europa se juega su alma en las elecciones de este fin de semana.

Está en riesgo un proyecto que ha aportado estabilidad, progreso y convivencia a un continente durante siglos enfrascado en guerras intestinas. Impulsado tras tocar fondo en 1945, hoy se ve asediado por extremismos internos (se prevé que la ultraderecha alcance unos resultados espectaculares) y externos (Putin no deja de martirizar a Ucrania).

La envergadura y frialdad burocrática de su estructura también le ha ido restando popularidad entre el ciudadano medio, que en España debe votar el domingo. Sin muchas ganas al parecer. Ante esa falta de ilusión, no está de más escuchar a estos dos europeístas entusiastas. Aquí se meten en la piel de Casandra para profetizar el desguace del ideal unitario si no se le insufla, urgentemente, grandes dosis de coraje cívico y político. Escuchémosles antes de que sea demasiado tarde.

Pregunta. Se prevé un desembarco masivo de ultras de extrema derecha en el parlamento. ¿Qué es lo peor y lo mejor que puede pasar en estos comicios?

Bernard-Henri Lévy. Lo peor sería esa llegada de populistas, tanto de extrema derecha como de extrema izquierda. Para mí, son la misma cosa. El mismo veneno. Los mismos adversarios, destructivos y demoledores de Europa. ¿Lo mejor? Evidentemente, los partidos moderados. O, en todo caso, los partidos auténticamente europeos. Aquellos que quieran que el proyecto siga avanzando y que Europa se dote al fin de una verdadera cabeza política y de una cara. De un número de teléfono, como dijo Kissinger con gran desprecio. Europa no es solo burocracia. Es un alma. Es una cara. O, al menos, así tiene que serlo. Estamos contra la pared. Estas son elecciones son la última oportunidad para que Europa tenga cara.

Timothy Garton Ash. Es probable que la extrema derecha se convierta en la tercera fuerza. Lo peor que podría pasar es que llegara a algo más. Lo mejor sería que el grupo liberal siga siendo claramente la primera fuerza. Lo más preocupante es la cantidad de jóvenes que se están decantando por partidos como Rassemblement National, Fratelli d’Italia y Afd.

"Europa no es solo burocracia. Es un alma. Es una cara. O, al menos, así tiene que ser". Bernard-Henri Lévy

P. ¿Qué consecuencias concretas tendrá ese nuevo parlamento extremista?

B-H. L. Pienso en Rusia, en Putin. Imagine la continuación de la guerra de Ucrania con una mayoría parlamentaria defendiendo las tesis de Marine Le Pen o Vox. Es el putinismo el que entraría en el parlamento. Lo que se pondría en duda es la ayuda a Ucrania. Lo que se alejaría, y durante mucho tiempo, es la perspectiva de que Kiev se una al club de sus naciones hermanas. Sería dramático para Ucrania. Dramático también para nosotros, los europeos. Sería una brecha en la construcción de Europa y en su alma.

T. G. A. Es muy preocupante la posibilidad de que todos esos partidos dejen atrás sus divisiones y formen una gran coalición. Hará más complicado lo de Ucrania pero también el impulso de acciones de la agenda verde.

[Bernard-Henri Lévy estrena 'Otra idea del mundo', sobre las guerras olvidadas]

P. Un aspecto muy controvertido es si la derecha tradicional alcanzará pactos con la ultraderecha. ¿Creen que se darán finalmente?

B-H. L. Por supuesto, existe este riesgo. Las viejas consignas, desde este punto de vista, siguen teniendo la misma validez. "Es mejor perder unas elecciones que perder el alma". "Es mejor perder la mayoría que correr el riesgo de comprometerse con lo peor". Etc. Es una ley absoluta: lo peor sucede, en Europa, cuando la derecha liberal, moderada y republicana cede. Cuando traspasa la frontera moral que la separa de su falso primo de la extrema derecha. No hay una sola izquierda, hay dos, y, como dijo una vez Manuel Valls, son irreconciliables. De la misma manera, no hay una derecha, una gran familia de derechas con dos corrientes. Lo que hay son dos derechas, y son, también, irreconciliables.

Bernard-Henri Lévy interviene en la cumbre europea contra el antisemitismo celebrada este lunes en París.

Bernard-Henri Lévy interviene en la cumbre europea contra el antisemitismo celebrada este lunes en París.

T. G. A. La democracia cristiana fue un actor clave en la construcción de la Unión Europea. Levantó un cordón sanitario frente a la extrema derecha. El problema es que ese cordón se ha ido descomponiendo, como hemos visto en Italia. Es una tendencia muy preocupante.

P. Usted, Timothy, dice que los europeos, con el éxito, nos volvimos arrogantes y complacientes. ¿Qué catarsis puede revertir este apoltronamiento?

T. G. A. Debería ser la guerra más grave en Europa desde 1945, que ya dura desde hace más de dos años. Si ver a Putin avanzando hacia el este, los tanques a la puerta de casa, no nos despierta, no sé qué otra cosa podrá hacerlo. Pero el despertar de Europa es muy desigual y, como dice un amigo mío, una cosa es despertarse y otra levantarse de la cama.

B-H. L. No estoy seguro de que los europeos sean ahora arrogantes. Quizá sean lo contrario. En Ucrania les falta determinación, confianza en sus propios valores y, por tanto, en cierto sentido, arrogancia. Han olvidado que son herederos de una historia que trajo al mundo algunos de los valores de los que estar orgullosos. Humanismo liberal, democracia parlamentaria, derechos humanos, todo eso es Europa. Hay motivos, pues, para estar orgullosos.

"Los europeos han olvidado que son herederos de una historia que trajo al mundo valores como el humanismo liberal". Bernard-Henri Lévy

P. La memoria del horror de las guerras fue clave para impulsar a los europeos a intentar unirse para vivir juntos en paz. La falta de memoria directa de estos acontecimientos traumáticos hace más difícil concienciar a los jóvenes de la importancia del proyecto común. ¿Cómo se les puede devolver la ilusión?

T. G. A. La Europa que tenemos hoy es la mejor de todos los tiempos. Es el resultado de lo que hicieron cuatro generaciones que tuvieron en su juventud experiencias muy formativas: la I Guerra Mundial, la II, los años 60 y los 80, con sus revoluciones de terciopelo. Esas vivencias les crearon un compromiso para toda la vida con Europa. La pregunta es si podemos generar un compromiso similar a través de películas, novelas, libros de historia… Esta es la gran cuestión, y una motivación que me empujó a escribir Europa. Una historia personal.

Timothy Garton Ash. Foto: Nieves Díaz

Timothy Garton Ash. Foto: Nieves Díaz

B-H. L. Yo creo que el horror sigue ahí. No creo que la desaparición de los testigos acabe con la memoria de él. La memoria se construye. Es una construcción que crece con el tiempo. Mire por ejemplo la Shoah. Era algo inexistente tras la II Guerra Mundial. Los supervivientes estaban ahí pero no los escuchábamos. Y, en muchos casos, ellos tampoco hablaban. Fue después de la película de Lanzmann y de libros como mi Ideologie française cuando empezamos a hacer memoria. Así que el debilitamiento de esta no es inevitable. Es una cuestión política, de voluntad y determinación.

['Europa', un recorrido por el turbulento continente, desde la posguerra mundial a la invasión de Ucrania]

P. ¿Qué otros libros y películas dirían que son particularmente inspiradores para incentivar la conciencia europeísta?

B-H. L. Para mí la frase esa de que "si volviera a comenzar, empezaría por la cultura" es un cliché del que estoy harto. ¡Por donde hay que recomenzar es por la política! Pero si quiere autores, le digo… Toda la literatura austrohúngara de finales del siglo XIX: Musil, Zweig, Kafka… Pero antes de todo esto, mucho antes, Cervantes.

T. G. A. Yo diría Homenaje a Cataluña, de Orwell, un modelo de escritura política. Y El mundo de ayer, de Zweig, que es una referencia obvia, porque, de alguna manera, lo que muchos europeos tienen hoy es lo mismo que él tenía antes de 1914, y que desapareció de repente. Y el tercero, La Europa negra, del historiador Mark Mazower, que aplica a Europa la misma expresión –el continente oscuro– que los europeos aplicábamos a África en la época imperial. Nos recuerda que en buena parte del siglo XX, en Europa, hubo una lucha entre la democracia liberal, el fascismo y el comunismo en la que no se sabía quién iba a ser el ganador. Ahora me pregunto si no estamos volviendo a la misma situación, a la de un continente oscuro.

"Lo que los europeos tenemos hoy es lo mismo que tenía Stefan Zweig antes de 1914, y que desapareció de repente". Timothy Garton Ash

P. También fue crucial para usted Thomas Mann, ¿no?

T. G. A. Sí, porque fue quien realmente me acercó a la cultura y la historia alemana. Si sigues su trayectoria encuentras múltiples facetas de la política europea, incluido el nacionalismo, el conservadurismo, el republicanismo (de la razón, no necesariamente del corazón) y el europeísmo entusiasta. Tiene un ensayo magnífico, El problema de la libertad, en el que razona sobre la dificultad de combinar libertad y solidaridad, un debate muy vigente de nuevo, porque muchos jóvenes están escorándose al populismo por un sentido de la libertad no acompañado de la solidaridad.

P. En su caso, Bernard, Semprún marcó un antes y un después, ¿no?

B-H. L. Así fue. Un gran amigo y uno de los fundadores de mi revista La rule du jeux. Uno de los escritores, hombre y obra, que más he admirado. Y un personaje clave también en la literatura europea. No está suficientemente presente hoy. Ni es suficientemente leído. Es una pena.

"No puedo estar más de acuerdo con Emmanuel Macron: en un mundo de gigantes Europa también tiene que ser un gigante". Timothy Garton Ash

P. Parece que Europa está convirtiéndose en un gran museo decadente en un mundo controlado por otras regiones. ¿Ese va a ser nuestro lamentable destino?

B-H. L. Esa es la cuestión. ¿Ser museo o seguir haciendo historia? ¿Nos vamos a dormir en los laureles, a ofrecernos a la contemplación del resto del mundo, como una especie de museo de la antigua belleza? ¿Dónde vamos a seguir difundiendo los valores que hemos producido y que, si los quiere, se han convertido en los del resto de la humanidad? Ya sabe mi respuesta.

»No tengo nada en contra del turismo, pero quiero que Europa siga siendo un actor en la historia mundial. Historia con H mayúscula. En el momento en que Estados Unidos tal vez se esté preparando –¡Dios no lo quiera!– para arrojarse de nuevo en brazos de Donald Trump, en pleno auge de todos los autoritarismos, en la situación que describí en mi libro L’Empire et les Cinq Rois, Europa no tiene elección: a ella regresa el cetro de la gran soberanía democrática. O lo agarra o desaparecerá.

T. G. A. El turismo masivo ha sido fundamental para potenciar la conciencia de pertenencia europea, porque antes había muchos europeos que nunca salían de sus respectivos países. Gracias a los viajes podías empezar a sentir ciudades como París, Madrid o Roma más tuyas. En la actualidad estamos viendo que líderes como Víktor Orbán, de una Hungría que ya no es una democracia, piensan que ni el futuro ni la modernidad pertenecen a Europa, sino a países como China, Rusia...

»En Hungría cogen todo lo que puede de la Unión Europea pero luego van a comprarle el gas barato a Putin y mantienen una relación especial con Xi Jinping. Si crece el número de estados así, sucederá con Europa lo que sucedió con África en el XIX: que se la repartirán potencias extranjeras. Por eso no puedo estar más de acuerdo con Emmanuel Macron: en un mundo de gigantes Europa tiene que ser un gigante también.

"Semprún fue uno de los escritores que más he admirado. Personaje clave en la literatura europea. No suficientemente leído hoy". Bernard-Henri Lévy

P. Tras la invasión de Ucrania por parte de Putin, ¿se puede decir que Europa ha entrado en una nueva dimensión? ¿Cómo la vislumbran?

T. G. A. Podría ser que estemos ante un periodo de "preguerra", como dijo Donald Tusk el otro día. Así que tras el periodo de posguerra y el que podríamos llamar 'post Muro', este nuevo podría ser el 'post Occidente'. Porque una serie de países, China, Brasil, India, Sudáfrica, Turquía, ricos y poderosos, tienen relaciones que impiden que las sanciones a Rusia desde el entorno occidental sean eficaces. Por primera vez desde los comienzos del siglo XIX, Europa no marca la agenda política en el mundo, por lo que 'post Occidental' es, sí, un buen candidato como nombre de lo viene.

B-H. L. Tras la caída del Muro de Berlín, Europa se resignó al fin de la Historia. No es que decidiera salir de la Historia. Pero pensó que, para todo el mundo, y por tanto también para ella, la Historia había terminado. Espero que hoy lo haya entendido. Espero que el salvajismo de Putin le haya aclarado la mente. Espero que la novedad del islamismo radical le haya abierto los ojos. Espero que entienda que la Historia ha vuelto. La gran Historia. Con, nuevamente, una H mayúscula. Entonces, por supuesto, tiene razón: estamos tratando aquí con un paradigma verdaderamente nuevo.

"A los jóvenes les recomendaría 'Homenaje a Cataluña', un modelo de escritura, 'El mundo de ayer' y 'La Europa negra'". Timothy Garton Ash

P. En el Reino Unido habrá elecciones también en julio. Es previsible una derrota de los conservadores. ¿En qué medida puede cambiar esta circunstancia la relación de este país desgajado por el Brexit y la Unión Europea?

B-H. L. Para mí el Brexit fue un desastre. Para Inglaterra pero también para Europa. Porque creo realmente que Europa ha perdido gran parte de sí misma. ¿El legado de Jean Monnet, de Robert Schuman, sin el de Winston Churchill…? Es absurdo. Es un escándalo político y casi ontológico. Pero así es. Y Europa debe vivir ahora con esta herida. Debe vivir con este miembro fantasma, como cuando hablamos de un 'dolor fantasma'. Y la tarea de nuestras generaciones, y de las siguientes, será reconstruir, sobre nuevas bases, esta relación entre Europa y Gran Bretaña. ¿Cómo? No sé.

T. G. A. Entre el Reino Unido y la Unión Europea habrá un reinicio de su relación a propósito de la mayor crisis de seguridad a la que se han enfrentado desde 1945. El tema es saber hasta dónde alcanzará esta reformulación, si se quedará en la seguridad o irá también a lo energético, económico, digital… Para el final de la década, es decir, para la siguiente legislatura, los liberales y los laboristas tendrán que decir en un manifiesto que el Reino Unido necesita volver al mercado único.

»La siguiente cuestión, en unos pocos años, será: ¿y por qué no volver a la Unión Europea? Entonces la pelota estará en el tejado de la UE: todo dependerá de cuál sea la fortaleza y el atractivo de la UE en ese momento, si se encuentra en una dinámica positiva o no. En los 70 era obvio que se trataba de un proyecto muy atractivo, ahora no es tan obvio. Así que ahí estará la clave.