Coincidiendo con la publicación de la última -y soberbia- novela de Zarraluki, Para amantes y ladrones, su editor ha incorporado a su colección de bolsillo la anterior entrega del autor, La historia del silencio (Premio Herralde 1994). En ella, Zarraluki hace alarde de sus cada vez más depuradas armas narrativas: sutil sentido del humor, delicadeza, ternura, a la vez que un sobrio manejo del estilo. La historia se urde a partir de la investigación llevada a cabo por Zarraluki acerca de la incomunicación, y se vertebra a través de un grupo de personajes cuyo lei motiv principal es, precisamente, lo que callan. La trama se detiene en meandros que homenajean al cuento literario sin dejar de avanzar hacia un desenlace que reparte suertes en pocos segundos "¿Es el silencio (...) un anuncio fugaz del fin de todas las cosas?", se pregunta uno de los personajes. El lector averiguará cuánto tiene que ver esta pregunta con el desenlace de la historia, y qué gratificante es leer a Pedro Zarraluqui.