Ladera norte
Berta Vías
9 enero, 2002 01:00Si algo se le nota a Berta Vias, a estas alturas, es su oficio como narradora. Una narradora, eso sí, con tendencia a la aliteración, a un lirismo a veces algo cargante y al circunloquio, pero también a la resolución original de los diálogos, a la huida del tópico, a la construcción de personajes de carne y hueso y a la correcta administración del tempo narrativo.
Sus relatos, por lo menos los recogidos en esta colección, tienen en común una cierta atmósfera de melancolía que los hace dignos acreedores a figurar en una antología del cuento triste. La mayoría de sus personajes sufren la soledad o el desamor, y protagonizan historias donde el desencuentro y la fatalidad terminan por marcarlos para siempre. Un ejemplo paradigmático que resume el talante del libro es el relato que le da nombre, en el que la ladera norte, un espacio concreto que los personajes quieren alcanzar, simboliza también lo prohibido y lo oscuro de sus vidas. De algún modo, ese espacio es omnipresente en estos textos, y de la relación que con él establecen los protagonistas depende todo: el desarrollo, el desenlace y hasta la voz narrativa.