Por primera vez la obra completa de un escritor aparece en edición de bolsillo con toda la pulcritud filológica de la mejor edición crítica. Hernán Loyola se ocupa de la fijación de los textos y de las anotaciones, llenas de sabiduría. Los prólogos, firmados por autores diferentes (Juan José Saer, Mario Benedetti, José Emilio Pacheco), tienen un tono muy diverso: el del ensayismo literario y la amena divagación. Es un placer releer a Neruda en estos pulcros volúmenes, desde las turbiedades de Residencia en la tierra, la primera vez en que su voz resonó con toda su fuerza, hasta ese canto a la belleza cotidiana que son las Odas elementales.