La desaparición del sudario en el que supuestamente fue envuelto el cuerpo exánime de Jesucristo, venerado en la catedral de Turín, es el punto de partida de esta novela, desdoblada en varias tramas en las que no falta la ficción histórica, la intriga detectivesca o la crítica a las elites de la sociedad -sin descartar las religiosas, por supuesto-, tan en boga en estos tiempos de resaca del Código da Vinci. Se trata de literatura de entretenimiento, de consumo, que cautivará a un público extenso y no convencerá a esa minoría que busca algo más en los libros, pero cuya eficacia y agilidad, junto con la habilidad de la autora para mantener el interés del lector, le asegurar el éxito.