Trad. R. Carpintero. Debolsillo, 2006, 384 p 9’50 e.
La concesión del Nobel y el posterior exilio de Pamuk actualizan los problemas de una nación que aún no ha conseguido resolver el conflicto entre modernidad y tradición. Pamuk escogió los años 70 para adentrarse en las tensiones de la sociedad turca, dividida entre la fidelidad al legado de Mustafá Kemal, el fundamentalismo islámico y el intervencionismo del ejército. La familia que protagoniza el relato recrea esas contra- dicciones. El abuelo, ya muerto, compaginó la medicina con una inacabada enciclopedia, inspirada por sus ideas ilustradas. Esta ingenuidad contrasta con el rencor de su mujer, abocada a convivir con un hijo bastardo y enano, que le recuerda constantemente las veleidades de su marido. Los nietos pasan el verano con su abuela, una casa de silencio y desencuentro. Pamuk muestra una notable madurez narrativa. No hay elementos fantásticos ni experimentación formal, pero sí aguda comprensión de lo humano y compromiso político. Turquía no se puede permitir que sus intelectuales se exilien, sin comprometer su futuro y sin perder algo esencial de sí misma.