Image: Las vidas de Joseph Conrad

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Letras

Las vidas de Joseph Conrad

John Stape

29 noviembre, 2007 01:00

Joseph Conrad. Foto: Archivo

Traducción de Ramón Vilá Lumen. Barcelona, 2007 544 páginas, 22’90 euros

Coincidiendo con el aniversario de Conrad, Ángel Mateo Charris ha ilustrado El corazón de las tinieblas para Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, en la celebrada versión al castellano de Sergio Pitol, que considera al escritor polaco una de las influencias decisivas de su vida. Se trata de una recreación única, a través de veintisiete ilustraciones y un desplegable, del universo asfixiante y terrible plasmado por Conrad en la que es considerada hoy como una de sus obras maestras, y uno de los relatos mayores del siglo XX.

Józef Teodor Konrad Nalecz Korzeniowski, Joseph Conrad, autor de Lord Jim o El corazón de las tinieblas, llevó una vida tan intensa, tan dispar y heterogénea que John Stape, indudablemente uno de los más reputados especialistas en el autor polaco, ha decidido hablar de "vidas" en vez de vida en la última biografía del novelista. No podemos calificar el título de imaginativo, pues ya en 1979 Karl Frederick utilizó el plural en su excelente estudio Joseph Conrad: The Three Lives, en un guiño al propio Conrad, quien bromeaba con la idea de haber vivido tres vidas: como polaco, como marino y como escritor. Pero más allá de los motivos, el plural del sustantivo expresa la realidad existencial de Conrad, un autor cuya altura literaria se acrecienta conforme pasan los años.

El volumen se publica en el 150 aniversario del nacimiento de Conrad, y como corresponde a la ocasión, está exquisitamente cuidado. Además del apartado eminentemente biográfico se incluyen un buen número de apéndices, desde mapas a árboles genealógicos que resultan útiles para la mejor comprensión del texto. Pero los apéndices más interesantes son los correspondientes a "quien es quien", en la vida del autor, un compendio de quienes fueron fundamentales en su vida, y la "bibliografía en español", tal vez con alguna significativa falta, como la edición de El corazón de las tinieblas en Cátedra de Galván-Fernández, aunque la información ofrecida resulta suficiente para los lectores españoles. También merece la pena destacar la inclusión de material fotográfico, con alguna que otra instantánea desconocida.

En cuanto al apartado puramente biográfico, el más importante, se ha escogido una estructuración lineal en ocho secciones siguiendo el tradicional orden cronológico. Cada una de ellas se identifica con un sugerente título en un logrado intento por sintetizar el contenido del capítulo en particular. Así, por ejemplo, la primera de ellas trata sobre "Un católico polaco y un caballero (1857-1878)", y en la última encontramos "El hombre público sonriente (1920-1924)".

La biografía de Stape se aparta de las últimas tendencias del género, en las que el análisis crítico ocupa buena parte del estudio vital, y se ajusta a los cánones clásicos, pues trata casi exclusivamente los acontecimientos de la vida relegando a un segundo plano los aspectos literarios. Ya se avisa en la "Introducción" citando a Conrad, quien respondía a quienes lo identificaban como escritor, "también soy un ser humano" y tal como confiesa Stape "No olvidarlo ha sido mi objetivo en este libro." (p. 15). Esta obsesión por ajustarse sólo a los hechos le conduce a llevar sus argumentos, en alguna que otra ocasión, hasta deducciones más propias del entusiasmo que del rigor analítico. Entiendo arriesgado afirmar que a los seis años, cuando Conrad escribe "La primera composición conocida escrita por la mano de Conrad, demuestra ya sus incipientes habilidades lingöísticas", ya que se trataba de la dedicatoria "A mi querida abuela, que me ayudó a enviarle bollos a mi pobre papá cuando estaba en la cárcel", apostillando además "también escribió una nota a los tres años y medio, con la ayuda de su madre que le guiaba la mano" (p. 43). Pero olvidando este tipo de efusiones, el trabajo de Stape es no sólo digno sino riguroso. Justifica convenientemente cada una de las afirmaciones integrando la cita correspondiente en la propia narración, de forma que la lectura no se vea interrumpida. Se trata de "poner las cartas sobre la mesa, aunque la mano no fuera siempre la que hubiera deseado" (p. 15). De igual forma analiza con detalle todos aquellos acontecimientos que todavía resultan oscuros o inciertos en su biografía. Así por ejemplo, y en lo que nos corresponde a los españoles, es en esta obra donde encontrará el lector la relación más desarrollada, lógica y definitivamente más convincente, de las conocidas implicaciones de Conrad con los carlistas en 1877 (pp. 63-65). Se aleja el autor de cualquier tipo de fantasía romántica, asumida por otros biógrafos, ofreciendo una resolución racional en tanto en cuanto analiza fechas y viajes en esa época.

También resulta encomiable su agudeza interpretativa en puntuales aspectos de los que es capaz de extraer toda una serie de lúcidas deducciones. Efectivamente, la elegía que escribe el padre de Conrad con motivo del nacimiento de su hijo, nos dice más de él que cualquier otro documento oficial: "Mi niño, debes decirte/ que no tienes tierras, ni amor,/ ni país, ni pueblo,/ y que Polonia, tu madre, yace en su tumba./ Tu única madre está muerta, y sin embargo/ es tu fe, la palma de tu martirio./ ¡Duerme, mi niño!/ Mi niño, solo…/ Sin ella…/ Sin ella… / ¡Y no hay salvación sin ella!" Aunque, tal como se ha mencionado, rechaza conscientemente cualquier interpretación literaria, se agradecen las continuas referencias entre persona real y personaje literario. También obtenemos puntual información de los más nimios pormenores relativos tanto al proceso de creación como a la posterior publicación de las obras y la suerte que corrieron. Sin menosprecio del resto, me ha resultado especialmente meritorio el capítulo cuatro, "Marido y escritor (1896-1898)" en el que Stape logra acercarnos a los detalles más íntimos, incluso me atrevería a decir que a los pensamientos y el alma del autor, de tal forma que logramos entender sus sentimientos, miedos y alegrías. Las interconexiones entre su vida privada y el componente público como escritor se entretejen con maestría, y la transición de lo uno a lo otro surge de forma natural y convincente: "Conrad llevaba redactadas una docena de páginas de una nueva novela, Salvador (más tarde Salvamento) y pretendía concentrarse en la escritura. Había pocas distracciones para la pareja aparte de las excursiones…" (p. 149)

La aportación biográfica de Stape no resulta definitiva ni supone un aporte de datos especialmente novedoso más allá de los ya conocidos. Tampoco logra eclipsar el ya clásico estudio de Theodore Erhsam o los más recientes de David Tutein, Owen Knowles, y el que considero más logrado, de Ian Watt, Conrad in the Nineteenth Century, pero supera a todos ellos en lo atractiva que resulta su lectura [recientemente Belacqua ha publicado una nueva biografía de Conrad que firma Juan Gabriel Vásquez]. La viveza de su estilo ágil y dinámico, y el entusiasmo por el tema que trata se traducen en una lectura tan agradable como placentera, llegando incluso a evocar el estilo del propio autor al que está estudiando: "En medio de este período sombrío, todavía faltaban malas noticias por llegar: lady Colvin se estaba muriendo, a sus casi 85 años. La única nota positiva fue una buena oferta del Daily Mail por un poco de escritura menor: Conrad retomó, pues, la pluma para cumplir el encargo… (p. 385)".

Cronología

1857. .Józef Teodor Konrad Nalecz-Korzeniowski nace el 3 de diciembre, en Berdyczów, Ucrania, pero se cría en la Polonia ocupada por Rusia. La ocupación le deja huérfano a temprana edad, pues su madre muere de tuberculosis en el exilio y su padre fallece tras cuatro años de trabajos forzados en Siberia.

1874. Abandona a su tío y su conservadora educación y se hace a la mar en la marina mercante francesa. Viaja por medio mundo, ejerce como traficante de armas y se ve implicado en conspiraciones políticas, entre otras aventuras.

1878. Tras intentar suicidarse, sirve en un barco británico. Aprende allí inglés, lengua que llegará a dominar.

1884. Después de superar el examen de capitán de barco, obtiene la nacionalidad británica. Vive en Londres y posteriormente en Kent.

Al mando del Narcissus visita Bombay y el sureste asiático, que le inspirarán obras comomo Lord Jim, Un vagabundo en las islas y El negro del Narcissus.

1889. Viaja al Congo. Allí descubre la crueldad de la colonización, germen de su obra más famosa, El Corazón de las Tinieblas.

1924. Muere de un ataque al corazón el 3 de agosto y halla sepultura en el cementerio de Canterbury. Su largo nombre escrito en la lápida contiene tres errores.

Bibliografía

Almayer’s Folly (1895), La locura de Almayer. Losada, 2004.

An Outcast of the Islands (1896), Un vagabundo de las islas. Plaza y Janés, 1991.

The Nigger of the ‘Narcisus’ (1897), El negro del Narcissus. Barataria, 2006.

Heart of Darkness (1899), El corazón de las tinieblas. Cátedra, 2005.

Lord Jim (1900). Ediciones B, 2006.

The Inheritors (1901), con Ford Hueffer.

Typhoon and other stories (1902), Tifón y otras historias, Valdemar,1999.

Romance (1903), con Ford Hueffer.

Nostromo (1904). Alianza, 2004.

The Secret Agent (1909), El agente secreto. Ediciones B, 1997.

Under Western Eyes (1911), Bajo la mirada de occidente. Alianza Editorial, 1993.

A Personal Record (1912), Crónica personal. Alba, 1998.

Chance (1914), Azar. Alianza, 1994.

Victory, (1915) Victoria. Ediciones B, 1997.

The Shadow Line, (1917) La línea de sombra. Ediciones B, 1998.

The Rescue (1920), Salvamento. Pre-textos, 2000.

The Nature of a Crime, con Ford Hueffer.

The Rover (1923), El pirata. Alianza Editorial, 2006.

Suspense, ed. Richard Curle. (1925).

The sisters (1928), Las hermanas, Laertes, 1979.