Image: Ramiro Cristóbal: Pasarán las modas y avanzará la tecnología, pero Hitchcock seguirá vigente

Image: Ramiro Cristóbal: "Pasarán las modas y avanzará la tecnología, pero Hitchcock seguirá vigente"

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Ramiro Cristóbal: "Pasarán las modas y avanzará la tecnología, pero Hitchcock seguirá vigente"

Crítico y escritor, reivindica en un libro la figura del cineasta analizando 14 de sus películas imprescindibles cuando se cumplen 110 años de su nacimiento

20 agosto, 2009 02:00

El periodista, escritor y crítico de cine Ramiro Cristóbal.

Marta Caballero
¿A alguien le queda algo por decir sobre la maestría de Hitchcock? Ramiro Cristóbal, presente. Cuando se cumplen 110 años del nacimiento del maestro, este crítico de cine y escritor se atreve a analizar varias películas clave de de su cinematografía, una deuda que él y su generación tenían con el director de Psicosis y que ha saldado en Alfred Hitchcock, 14 películas imprescindibles (Ediciones Irreverentes), título en el que insiste en el aspecto que hace de su obra un legado atemporal: su profunda incursión en la psique humana.

PREGUNTA.- ¿Por qué este libro?
RESPUESTA.- Era una deuda conmigo mismo. Yo diría que, incluso, una deuda de toda mi generación con el maestro. De jóvenes menospreciábamos a Hitchcock, pensábamos que era un director comercial y populachero y que era muy inferior a, por ejemplo, Antonioni, Pasolini o la Nouvelle Vague. Había que realizar, pues, un ejercicio de recuperación años después, con las pasiones menos a flor de piel.

P.- En su libro insiste mucho en la admiración de este director por la mente humana.
R.- Sí, ese es uno de los grandes méritos de Hitchcock. Casi por primera vez en el cine se aplicó en el terreno de la psicología, incluso la psicología clínica, de forma consciente. Sus personajes, más o menos acertadamente, son desmenuzados en su proceso psíquico, mental. En sus esperanzas y pasiones, particularmente en el ámbito del crimen y el sexo.

P.- ¿A qué se debe el carácter atemporal de sus películas?
R.- Uno de los motivos es, precisamente, su interés por la psiquis humana. Pasan las modas, avanza la tecnología, cambian los escenarios sociales y económicos, pero el ser humano es muy parecido. Por eso las películas de Hitchcock, treinta o cuarenta años después de haber sido estrenadas, siguen vigentes.

P.- ¿En la actualidad hay algún director que pueda considerarse un digno heredero de Hitchcock?
R.- En mi opinión sólo Woody Allen ha heredado algunos rasgos del maestro. Su interés por las personas y sus pensamientos, su sentido del humor, su compulsión por comunicarse con un público a lo largo y a lo ancho del mundo. Claro que Woody Allen también es un maestro, pero su maestría tiene mucho que ver con el realizador que nos ocupa.

P.- ¿Cuál cree que fue su principal aportación al cine?
R.- Una vez más, su constante estudio de la cadena de razonamientos lógicos en los pensamientos de sus personajes, el perfeccionamiento del suspense como artificio puramente cinematográfico y, sobre todo, la responsabilidad ante el público, la conciencia clara de que es al público y para el público para quien se hace una película y que un cineasta tiene la obligación de hacerlo reír y llorar, emocionarlo y asustarlo. Sacarle, en suma, de su vida cotidiana y divertirlo.

P.- ¿Con qué momento de su cinematografía se queda?
R.- Es difícil decirlo pero señalaré dos, al menos: el momento en el que Grace Kelly comienza a desnudarse ante James Stewart en La ventana indiscreta y la terrible trasformación, ante la cámara, de Tony Perkins en su madre, al final de Psicosis.

P.- Si pudiera preguntarle algo, ¿Qué sería?
R.- Me gustaría preguntarle qué es lo que le hacía tan desgraciado como para suicidarse lentamente comiendo y bebiendo en exceso.