Claudio Magris. Foto: Antonio M. Xoubanova

Europa Press
El intelectual italiano, Premio Príncipe de Asturias de las Letras, Claudio Magris, señala que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero está haciendo una "política pop" donde la "imagen prevalece sobre todo" en sintonía con la clase política imperante, donde prima el marketing por encima de los intereses de la polis.

Magris, que abre este lunes el curso 2008-2009 de Humanidades de la Obra Social La Caixa, reconoce sentir ahora "menos entusiasmo" por Zapatero que el que tenía al principio, aunque matiza que si hubiera elecciones, "votaría a su partido".

Para Magris la 'filosofía' del programa televisivo de La isla de los famosos se está "aplicando a la política" e "Italia tiene la vanguardia" en este aspecto y advierte que Francia, Alemania y España se están "contagiando" de esa tendencia.

"Cada partido tiene que cuidar su imagen, pero al principio el gobierno del PSOE era más coherente, cercano y riguroso a los valores claves que tiene que tener un partido socialista", declara el escritor, que en la misma línea confiesa que su opinión de la clase política es "bastante negativa" y critica la "falta de preparación" a pesar de ser personas "muy inteligentes", más preocupados por el marketing y poco atentos a los intereses de la vida en común.

Respecto al líder italiano, Silvio Berlusconi, Magris afirma que aunque es un hombre "sumamente inteligente", es un "desastre" para Italia, pero reconoce que Berlusconi supo darse cuenta antes que nadie de la "caída de los valores" en Italia y de la transformación de la sociedad.

Magris, quien sólo habla en términos políticos -"porque la vida personal de Berlusconi no me interesa", afirma- describe la acción del primer ministro italiano como una "enfermedad" a la que hay que diagnosticar y esperar a que lleguen sus "debilidades". En este sentido, resaltó que en el partido de Berlusconi empiezan a verse "las primeras facturas y debilidades". "Es muy triste, que alguien como yo tenga que confiar más en las debilidades del adversario que en la fuerza de los nuestros", reveló.

Para la solución de parte de estos problemas, Magris apuesta por un "egoísmo progresivo" que genere calidad de vida no sólo a uno mismo, sino también "a todo lo que nos rodea". "La clase política antes hablaba de estas cosas y sin embargo, la clase política actual ni siquiera las menciona", denuncia.

Este escritor e intelectual italiano indica que todos tenemos muchas identidades y que estas identidades cambian con el paso del tiempo, al igual que ya no somos el niño que éramos, y las fronteras se desplazan. En este sentido, reconoce que uno de los grandes problemas del siglo XXI es la "caída de las fronteras tradicionales" y señala que hay un auge de los nacionalismo porque se ha exacerbado "el miedo a la pérdida de identidad".

Para Magris, otro de los grandes problemas de nuestra sociedad es la inmigración y declara que la solución pasa por la "apertura y la generosidad" y de una necesidad de "mirar a largo plazo". En este sentido, admite que en Italia ha habido una reacción "histérica" contra la inmigración" cuando el número de inmigrantes "no es tan grande para provocar ese rechazo".

Respecto al futuro de la Unión Europea, Magris aboga por una Unión Europea "descentralizada y federalista" con leyes para todos porque todos los problemas terminan afectando al resto, como ha ocurrido con la crisis y la inmigración, por lo que sería "ridículo" promulgar leyes distintas.