Con la congoja de la pasada tormenta
H. Castellanos Moya
15 enero, 2010 01:00Horacio Castellanos Moya
No es de extrañar la sensación permanente de peligro, desamparo y acabamiento que acompaña a estas figuras acostumbradas a subsistir en medio del terror conjunto de la guerrilla, el ejército y los escuadrones de la muerte. Tragedias y absurdos cotidianos que dejan lugar al sinsentido y al humor negro del excelente "Hipertenso". Castellanos parece querer regresar a su tierra para tratar de comprender toda la barbarie, aquellos años en los que, como cuenta, se desterró la piedad y "sólo hubo fiereza, crueldad, truculencia". De ahí que muchas de las historias cobren la estructura de tensas y peligrosas indagaciones sobre lo que ocurrió de veras. Piezas especialmente poderosas son "El gran masturbador", "Variaciones sobre el asesinato de Francisco Olmedo", "Némesis", "Con la congoja de la pasada tormenta" y el mencionado "Perfil de prófugo". Pero destacan también el erotismo, la dureza y la psicodelia descriptiva (entre Fogwill y Fonseca) del profesor de guitarra de "Torceduras", la verosímil ruptura de la pareja de "Truene", el ardor y el amor imposible de "El pozo en el pecho" y ese logrado relato de apariciones fantasmales y erotismo que es "Amaranta". El erotismo, y hasta el imaginario estándar de la pornografía, recorrerá buena parte de los cuentos, delineando y esbozando una posibilidad de fuga y salvación para unos personajes encadenados a existencias terribles y sin salida. Este es un libro de relatos sólido, repleto de registros, que nos deja de verdad con la congoja de la pasada tormenta, pero también con la alegría de saber que el paso por sus páginas ha merecido la pena.