Image: Títulos para romper el silencio

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Letras

Títulos para romper el silencio

Libros del silencio es el paradójico nombre de esta casa fundada en 2009 que se dedica con tino a dar voz a autores olvidados y a los recién llegados

22 abril, 2010 02:00

El editor Gonzalo Canedo

Esa crisis de los 40 años que ahora, dicen, se alcanza con el medio siglo de vida fue la culpable de que el pasado 2009 naciera Libros del Silencio, una editorial seria y exquisita que no ha podido tener mejor arranque en el mercado. "Y con el favor de los medios", se alegra su fundador, Gonzalo Canedo, el hombre que a los 50 eliminó de un plumazo los fantasmas de una vida consagrada a un mismo oficio, el de director de redes comerciales de venta directa de libros, para lanzarse a los peligros del mundo editorial. Y del salto, esa depresión posible, se le fue.

"Tenía claro que quería hacer una editorial no comercial, que primara la calidad literaria y que tuviera un catálogo de obras que me gustasen como editor y como lector. Y quería hacerlo con Inga Pellisa, la otra editora de Libros del Silencio", recuerda Canedo. Todo aquello fue en enero de 2009, y en noviembre del mismo año ya vieron la luz sus dos primeros títulos: el clásico latinoamericano Oficio de Tinieblas, de Rosario Castellano, y Libropesía, de Virginia Woolf, una antología "para quienes gozan de los libros, de su tacto, de su aroma y de sus formatos; para quienes leen más allá de las palabras, pero leen también las palabras", y que hizo las veces de carta de presentación del nuevo sello.

Libros del Silencio, cuyos dos hitos en ventas y repercusión son hasta la fecha la Poesía inédita de Quevedo y Elisa y Marcela (la historia de dos coruñesas que se casaron por la Iglesia en 1901), tiene varias colecciones: Miradas, dedicada a la narrativa de todas las épocas y países, con especial énfasis de recuperar a autores olvidados y de dar carta blanca a los inéditos; El arte de la discusión, título tomado de Montaigne, y que dedican al ensayo; Contracorriente, centrada en recoger la vida de personas que tuvieron que luchar por diversas razones contra los prejuicios de su época; Preciosa y el aire, cuyo nombre es un doble homenaje, a la madre del editor, que Preciosa se llamaba, y al poema de Lorca, y en la que dan impulso a la obra poética de nuevos autores, así como a la recuperación de clásicos; y, por último, Singular, una especie de cajón de sastre en el que cabe, indica Canedo, "todo lo que no pueda ubicarse en las otras cuatro colecciones".

Con una quincena de libros bien colocada en las principales librerías españolas, el objetivo de esta casa es llegar a los 20 títulos por año. El mal momento económico no les produce el más mínimo temor: "Nacimos en plena crisis y nos está yendo bien. Hay muchas empresas que nacen en época de bonanza y que se caen estrepitosamente. En este país muchas casas todavía activas se fundaron en el 36, y no había peor momento que ese para empezar algo. Si ahora superamos las dificultades, en mejores coyunturas lo haremos aún más provechosamente", explica el feliz editor con toda tranquilidad.

Más editoriales y menos bares
¿Es libros del silencio una editorial exquisita? No, no pretendidamente, y no más que todas las independientes que están surgiendo estos últimos años. "Hacemos libros que nos gustan y que no sean entretenimientos banales, obras que reflejen la circunstancia de la sociedad y de las que el lector salga con un poso". Pero no quiere decir esto que no estén abiertos a contenidos más ligeros: "Pronto sacaremos un libro con el trío cómico Especialistas Secundarios, relacionado con los diálogos de la radio", adelanta Canedo a sabiendas de que sus lectores, si es que ya pueden establecerles un perfil, son "cultos y con una sensibilidad especial para la lectura de calidad".

Los creadores de esta editorial aprecian ese renacimiento de la edición independiente de la última década y se emplazan dentro del grupo de nuevos editores que buscan "libros que enriquecen la cultura de un país y que no saldrían si no existiera gente como nosotros", se felicita, y añade: "Es mucho mejor que nazcan editoriales que destilerías o bares". No obstante, dentro de este sano auge de nuevos sellos, del suyo destaca la vocación de dar salida "a autores jóvenes y noveles que lo tienen tan difícil en estos momentos".

Este mes de mayo, su próximo ejemplar, Harry revisado, de Mark Sarvas, la historia de un radiólogo que se queda viudo y que arranca con el personaje pensando en lo buena que está la camarera de un bar en el que se zampa un bocadillo justo antes de irse al funeral de su mujer. "Es una obra tierna y divertida que ya han editado grandes casas en países como Italia, Alemania y Estados Unidos y que ha cosechado grandes críticas".