La viuda embarazada
Martin Amis
18 marzo, 2011 01:00Martin Amis. Foto: Archivo
La viuda embarazada, apasionante, ofrece momentos tan incisivos como los de Dinero, aunque en el último tercio se pierde el ritmo trepidante de la primera parte al optar por una narración un tanto superficial y discontinua. El alma de la acción tiene que ver con las vacaciones de un grupo de veinteañeros ingleses y americanos en un castillo italiano en el verano de 1970. Para el protagonista de la novela, Keith Nearing, supuso un verdadero punto de inflexión en su vida, tal y como ya parece sugerir la primera frase de la novela, escrita a posteriori, en 2006: "Ésta es la historia de un trauma sexual" (p. 11). Se trataba de los años 70, marcados por la revolución sexual, y algunos vanguardistas jóvenes de aquellos años no supieron comprender sus implicaciones. Tal vez fuera el caso de Keith, que en ese verano se ha reencontrado con su novia Lily, aunque su objeto de deseo sea la voluptuosa Sheherazade, anfitriona y amiga de Lily. También conoceremos a más de una docena de personajes que revolotean alrededor de la omnipresente piscina, como Adriano, un conde italiano , o Rita, apodada "el perro", la más interesante de todos.
El último cuarto de la obra tiene que ver con las consecuencias de aquel lejano verano en que Keith vio los voluminosos pechos desnudos de Sheherazade en un entonces inusual topless. En esta conclusión, y como si se tratara de pinceladas, se narran puntuales acontecimientos en la vida del protagonista en los años posteriores hasta llegar al 2006 de "A modo de introducción" o al 2009 de "A modo de despedida".
El narrador de La viuda embarazada resulta deliberadamente impreciso y uno sospecha que es la propia conciencia de Keith, lo que intensifica el desarrollo, la "tragedia" personal, de la acción: "Desde el primer instante, cuando el amor llegó tan rápido como la luz, el joven se convirtió en su propio torturador" (p. 249). No se ha mencionado que Keith es un estudiante de literatura que utiliza a los clásicos ingleses como referente de sus propias experiencias y él mismo tiene intención de escribir poesía, lo que convierte la obra en un Kunstlerroman. Está dibujado como alguien tremendamente inmaduro para su edad. Aunque Keith esté a punto de cumplir 21 años, es un adolescente superado por sus deseos y sueños. Tal caracterización pudiera inducir a pensar que se trata de un personaje mal estructurado o impreciso desde un punto de vista narratológico, pero nos encontramos ante alguien que pretende ser representativo de toda una época. Esa pérdida de la inocencia que él ha leído en las Bronte, nos sugiere Amis, es la misma que sufrirá la sociedad en aquellos años por mor de lo que vino en denominarse "proceso de liberación de la mujer". El "trauma" que se nos adelantó al inicio es el que los personajes del libro vivieron aquel verano italiano, pues la vida sentimental de todos ha sido tan desastrosa como la del protagonista.