Fachada de la Biblioteca Nacional.

El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes un anteproyecto de ley reguladora de la Biblioteca Nacional que dotará a la institución de una mayor autonomía en su gestión, con un estatus parecido a los que ya disfrutan el Museo del Prado y el Reina Sofía. Con este cambio, la BNE será más autosuficiente, al incorporar a su régimen de ingresos aquellos provenientes de sus actividades propias y el alquiler de espacios.

Con esta iniciativa legislativa, la BNE mantiene su carácter de organismo autónomo adscrito al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y recupera además el rango administrativo de Dirección General que tuvo hasta 2010, fecha en que el anterior Gobierno rebajó a Subdirección General. La decisión provocó entonces la dimisión de la directora Milagros del Corral, a la que sucedieron Gloria López Salmerón, primero, y luego Ana Santos, la actual responsable de la institución.

Santos asegura que este cambio de estatus otorga a la BNE la consideración que se merece y confía en que esto se refleje en un aumento de la partida destinada a la biblioteca en los Presupuestos Generales del Estado.

Según la ex directora Milagros del Corral, "ha sido el firme apoyo de los medios universitarios y académicos, y la valiosa colaboración de los medios, así como de la Fundación de Amigos de la BNE, lo que ha animado al Gobierno a reconocerle a la BNE el estatus que sin duda merece". Asimismo, el nuevo texto supone "la profesionalización de su dirección, que queda blindada contra los albures políticos", explica Del Corral.

Por otra parte, "con esta Ley, la BNE recupera su papel como cabecera del sistema bibliotecario español lo que, en estrecha cooperación con las autonomías, ahorrará a todos mucho tiempo y dinero en las tareas técnicas", prevé la experta bibliotecaria, a quien se le ocurren muchas actividades con las que la BNE podría generar ingresos propios: "tasación de fondos antiguos, restauración, talleres, reproducciones, formación profesional, asesoramiento personalizado a empresas, alquiler de espacios, etc. que, no siendo parte de su core business, son reclamados con frecuencia por los ciudadanos sin que puedan ser atendidos actualmente por impedirlo el régimen administrativo vigente".

Entre las novedades que plantea el texto normativo en relación a los órganos de gobierno, también destaca que el Real Patronato, hasta ahora órgano consultivo sin funciones rectoras, pasa a ser un órgano rector colegiado con una implicación directa en el establecimiento de las directrices y actuaciones de la BNE, y velará por su cumplimiento. Además, incorpora la función de realizar una labor activa en la captación de recursos propios y de patrocinio.

Cuando sea imprescindible para la consecución de los fines que tiene asignados, la BNE podrá participar en sociedades o fundaciones cuyo objeto sea acorde con sus fines. Santos explica que esto abre la puerta a colaborar en multitud de proyectos en el ámbito de las industrias culturales -"contenidos culturales, material educativo e incluso videojuegos"- y turísticas.

El nuevo estatuto, que según el anteproyecto de ley será aprobado en el plazo de un año tras la promulgación de la ley, "agilizará la gestión interna de la biblioteca y se mejorarán los servicios al usuario", prevé la actual directora.

La nueva norma también prevé la creación de un comité científico con funciones consultivas. Este equipo de expertos asesorará a la BNE en la participación de programas y proyectos de investigación nacionales e internacionales, así como en todos aquellos aspectos relacionados con la generación de contenidos y con proyectos de desarrollo e innovación tecnológica que procuren un mayor conocimiento de las colecciones de la BNE.