Fernando Marías gana el Biblioteca Breve 2015
El autor bilbaíno se lleva los 30.000 euros del premio por La isla del padre, una historia sobre la memoria y la búsqueda de la identidad.
9 febrero, 2015 01:00Fernando Marías.
Poniatowska, Javier Calvo, Rosa Regás, Fernando Aramburu... Y Fernando Marías (Bilbao, 1958). El jurado del Premio Biblioteca Breve que concede Seix Barral, uno de los legendarios galardones literarios de nuestra geografía, ha caído hoy en manos del escritor por La isla del padre. Se trata de una novela enmarcada en la pujante literatura del duelo que arranca con el fallecimiento del padre de Marías para indagar a partir de ahí en el contenedor de recuerdos familiar. Desembarcará en las librerías el próximo 3 de marzo.El jurado del Premio Biblioteca Breve lo han conformado José Manuel Caballero Bonald, Pere Gimferrer, Manuel Longares, Elena Ramírez y Rosa Regás. Un total de 795 manuscritos se han presentado en esta edición, de los que 332 provienen de España, 104 de Argentina, 40 de Colombia, 32 de México, 21 de Chile, 19 de Estados Unidos y 15 de Cuba. También llegaron originales desde Zimbabue, Brasil, Estados Unidos, Canadá o Israel.
A medio camino entre la memoria y la fantasía, la muerte del padre marino mercante desencadena un viaje memorialístico, doloroso y de exposición a los elementos. El libro se convierte en refugio del proceso vital, un contenedor de recuerdos, anécdotas, reflexiones y pensamientos en torno a lo que sucedió y a lo que pudo haber sucedido.
El jurado del Breve ha valorado así La isla del padre: "Entre el remordimiento y la lucidez, Fernando Marías ha sido capaz de abordar un itinerario a través de la memoria y de la sombra del padre en busca de su propia identidad".Caballero Bonald ha elogiado una novela "muy bien escrita y muy grata de leer. Logra un perfecto engranaje entre la memoria del autor y la literatura. Un registro de evocaciones en torno al padre ausente con las que el autor va completando su propia identidad. El miedo mutuo vertebra el desarrollo del argumento. El remordimiento filial de no haber sido lo que esperaban de ti". Rosa Regás ha señalado dos líneas divergentes en la historia, la del padre y el hijo, "que poco a poco van convergiendo. El autor deja una estela de tristeza pero también una plenitud con una suerte de final feliz". Manuel Longares no coincide con el autor que entiende la novela como un libro de memorias. "No. Es una ficción, un reto literario en el que el narrador va reconstruyendo la errática aventura del padre y la suya propia".
"Este libro surge de una forma peculiar", ha explicado Fernando Marías. "En febrero de 2009 mi padre sufrió una grave enfermedad. No le daban mucho tiempo de vida pero resistió cuatro años más. Yo entonces ya empecé a pensar en esta novela y justo antes de que en junio de 2013 finalmente muriera, tuve una última conversación con él. Así, en el verano de 2014 me encerré en la gran y centenaria casa familiar para escribir. Allí me di cuenta qué sólo podía llevar a buen puerto aquel libro desnudándome. Yo creo que es una novela feliz y luminosa".
Marías ha glosado la figura del padre ausente que viaja por medio mundo y ha recordado que, cuando su padre ya estaba mentalmente extraviado, durante una cena, le preguntó a su madre de pronto por qué no tenían "apartamentos en Buenos Aires". "Y yo entonces, buscando en él unos segundos de lucidez le pregunté cuándo y por qué estuvo en Buenos Aires. Y el me respondió que anduvo por allí dedicándose a la escritura. Y concluyó: 'Lo mejor de mi vida fue ser maleante en Buenos Aires'. Y en ese momento nació esra novela. Me gusta pensar que mi padre la ha escrito después de muerto".