Image: Gadea Fitera: En la novela muchas veces lo que parece mentira, pasó de verdad

Image: Gadea Fitera: "En la novela muchas veces lo que parece mentira, pasó de verdad"

Letras

Gadea Fitera: "En la novela muchas veces lo que parece mentira, pasó de verdad"

La aristócrata Margarita Ruiz de Lihory protagoniza el recientemente publicado debut literario de la autora valenciana, Como arena entre tus dedos (La Esfera)

28 septiembre, 2016 02:00

Gadea Fitera. Foto: Borja Pascual

Gadea Fitera (Valencia) conoció a la que sería la protagonista de su primera novela publicada de forma casual, tomando un café con su tía. Ella le descubrió a Margarita Ruiz de Lihory, cuya vida la autora convierte en novela en Como arena entre tus dedos (La Esfera de los Libros). Probablemente, de haberse encontrado a mediados del siglo pasado, Fitera no hubiese pasado por alto el nombre de la aristócrata, pues fue en esta época en la que alcanzó su mayor deseo: la fama, aunque no la gloria. El caso que la puso en boca de todos, y que es mejor no desvelar aquí, es el final del viaje que narra Fitera, el que llevó a cabo una mujer moderna en su tiempo por su creencia en la igualdad de géneros, que no de clases.

Pregunta.- ¿Qué le atrajo de Margarita Ruiz de Lihory para escribir una novela sobre ella?
Respuesta.- Margarita era una mujer que no se parecía a nadie que yo hubiese conocido. Me gusta mucho leer historia y no había leído nunca una historia como la suya. Una mujer que se saltó todas las normas de su época, vivió su vida como quiso, se fumó un puro con todos… era una mujer excepcional. Conforme fui escarbando y encontrando información me di cuenta de que era una mujer que tenía una vida digna de ser contada.

P.-¿Cómo ha sido el proceso de investigación sobre su vida?
R.- Ha sido largo. La descubrí porque estaba buscando un tema para escribir una novela histórica, tenía la idea en la cabeza pero no acababa de encontrarlo, y un día, tomándome un café con mi tía, me dice 'oye ¿no conoces la historia de Margarita?'. En su época fue muy conocida pero su recuerdo se perdió, me puse a buscar en 'san Google' y encontré un filón. Ha sido una labor complicada y larga de documentación, de búsqueda, archivo, hemerotecas… porque no había mucha información.

P.- De toda esa información, ¿qué fue lo que más le sorprendió?
R.- La cantidad de amantes que tuvo, y el tipo. Eran hombres conocidísimos de un nivel social increíble, gente como Henry Ford, que en aquella época era un súper magnate. Me llamó la atención que era una mujer que no tuvo ningún problema en una época en la que las mujeres de su clase se casaban, tenían un marido para toda la vida… de repente ella no, ella dice que quiere ser feliz a su manera.

P.- Una vez reunida toda esa información, ¿cómo se ha enfrentado al reto de escribir su primera novela para publicar?
R.- Me gusta mucho leer a autores que hablan de cómo se escribe. Acabo de leerme a Murakami, De qué hablo cuando hablo de correr (Tusquets, 2007), y mientras lo estaba leyendo decía 'dios mío, yo no tengo nada que ver con este hombre'. Había leído a otros escritores que son muy metódicos, muy de mi horario, mi mesa…y yo era totalmente caótica. Me enfrenté a la novela empezando, yo siempre me lo planteo como si fuera un cuento, empiezo a escribir un capítulo y a partir de ahí se va desarrollando. Lo que sí que es cierto es que, en mi caso, puedo tener una idea en la cabeza pero luego la novela te pide otra cosa, son como seres vivos que se van alimentando de lo que vas escribiendo, y luego de repente dices 'es que esto que pensaba poner ya no tiene sentido ninguno'.

P.- En la novela aparecen algunas frases literales dichas por Margarita, ¿cómo ha añadido el resto?
R.- En la novela muchas veces lo que parece mentira, pasó de verdad, porque hay cosas tan extrañas y tan alucinantes que… es que le pasaron. Las frases literales quise meterlas porque quería que la gente viera el tipo de mujer y de carácter que tenía. He metido pocas pero son frases muy definitorias.

P.- ¿Le ha incorporado algo de usted?
R.- No, absolutamente. Creo que no hay dos personas más antagónicas que Margarita y yo. Lo único que podemos tener en común es el ansia de conocimientos, de descubrimiento, de viajar… y basta, ahí se acaba.

P.- ¿Qué parte de su vida le ha costado más recrear en la novela?
R.- La parte que tenía menos documentación, la de la vuelta de Margarita a España y la Guerra Civil, porque hay un periodo oscuro de su vida, que es el periodo desde que comienza la Guerra Civil hasta 1954, aproximadamente, cuando sucede todo lo de su hija. Durante ese periodo de 20 años hay como un agujero negro en el que se sabe que ella pasa la guerra en Barcelona y luego vive en Albacete, pero había poquísima documentación. Esa es la época en la que más he tenido que inventar, porque al fin y al cabo, esto no es una biografía, es una novela.

P.- ¿Cuáles han sido sus referentes durante el proceso de escritura?
R.- Yo soy una persona a la que, desde que era muy pequeña, mis padres me inculcaron el hábito de la lectura. Llevo toda la vida leyendo todo tipo de géneros, leo muchísima ciencia ficción, historia, novela negra… Todo eso te va dejando un poso en alguna parte de tu cerebro al que, de manera inconsciente, recurres. Me imagino que en la parte de Marruecos puede haber algo de Ken Follett y La clave está en Rebeca (1980) o a lo mejor algo de Paul Bowles.

P.- La protagonista recorre diversas ciudades del mundo, como Tetuán, México, La Habana, Nueva York… ¿Las ha visitado personalmente o cómo las ha recreado?
R.- México lo conozco, Estados Unidos también, Cuba no, Marruecos perfectamente, además tengo buenos amigos allí y voy muy a menudo. La experiencia es un grado, no es lo mismo hablar de Cuba, que no la he visitado, que hablar de Marruecos, que lo conozco perfectamente y esa sensación de olores, de contrastes, de sabores, era más fácil de describir. De todas formas la imaginación es muy poderosa, si tienes una buena labor de documentación yo creo que se puede llegar a describir perfectamente un sitio. Julio Verne escribía y no había viajado.

P.- La historia narra cómo Margarita pasa de tenerlo todo a perderlo, pero sin abandonarr su carácter tenaz, ¿cómo cree que conseguía mantenerlo?
R.- Creo que Margarita era una persona principalmente megalómana y narcisista, una ególatra. Básicamente pensaba en ella, en su propia satisfacción, y el motor de su vida era ser la Baronesa de Alcahalí, que no lo era, porque era un título que pertenecía a su hermana mayor. Ella quería honrar su apellido porque era una persona con una profunda conciencia de clase, se sentía aristócrata y pensaba que no tenía absolutamente nada en común con una lavandera, y aún así era una mujer moderna porque pensaba que toda mujer tenía derecho a ser independiente. Quería fama y gloria, y como las obtuviera no se paraba mucho a pensarlo. Lo que he pretendido es que toda la novela condujera a entender por qué ella había actuado de una determinada manera.

@sergi02