Los lectores de la pandemia vinieron para quedarse
La mejora de los índices de lectura se produce en toda la geografía española y crece tanto en mujeres como en hombres, aunque el 35,6% de la población no lee
23 febrero, 2022 14:29El porcentaje de lectores frecuentes alcanzado durante la pandemia se consolida, según los datos del barómetro presentado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE). El presidente, Daniel Fernández, se ha mostrado satisfecho con la conclusión del informe, que indica la continuidad respecto al “gran salto de 2020”. Este estudio, que se elabora desde hace 20 años de manera consecutiva, revela que “la relación de los datos con la pandemia es inevitable”, según Fernández, pero no deja de ser “una buena noticia”. Además, ha recordado que “los países más prósperos son los que más leen”.
Óscar Chicharro, responsable del estudio, ha desgranado los principales resultados en rueda de prensa. “El 68 % de la población española es lectora de libros”, celebra, y la lectura por ocio es del 64,4%. En la división de lectores frecuentes u ocasionales que se establece para realizar el informe, permanecen los primeros, mientras que el hábito lector se concentra en las franjas centrales de edad, un indicador que se mantiene con respecto a años anteriores.
El ascenso de los datos se produce tanto en mujeres como en hombres, si bien el porcentaje de mujeres lectoras en tiempo libre es significativamente superior al de los hombres en todos los grupos de edad, excepto a partir de los 65 años. No obstante, el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, que ha celebrado las conclusiones del informe —“son datos muy buenos”, ha dicho—, no esconde su preocupación por ese 35,6% de la población que no lee nunca o casi nunca, “un porcentaje demasiado elevado”. Chicharro esgrime las causas de los encuestados: “por falta de tiempo, la mayoría (49,8%), por falta de interés o porque prefieren dedicar el tiempo libre a otras aficiones”.
El ranking de las regiones más lectoras tampoco ha variado con respecto a otros años. Madrid, Cataluña y País Vasco vuelven a ser las regiones a la cabeza y existen desequilibrios territoriales sobre los que conviene prestar atención. Por ejemplo, Extremadura, Canarias, Andalucía y Castilla-La Macha presentan unos indicadores bajos.
Por otro lado, no crecen o incluso bajan los lectores en formato digital por primera vez desde que se lanzara el soporte ebook en España: el 29,4% de la población, frente al 30,3% registrado en 2020. Quienes leen libros en formato digital utilizan en mayor proporción los e-readers (12,3%) y las tablets (10,7%). La lectura en el ordenador alcanza el 9,5% y el móvil sigue registrando un incremento del porcentaje de personas que utilizan este dispositivo para la lectura de libros que pasa del 6,2% al 7,3%.
Respecto al espacio de compra de los libros, cuyos datos se obtienen conforme a la pregunta por el último libro adquirido, las librerías se mantienen como espacio prioritario e internet se posiciona en segundo lugar, mientras que el resto de canales presenta una tendencia decreciente.
En cualquier caso, ¿cómo se obtienen los libros? Chicharro ha destacado el crecimiento del porcentaje de la gente que paga por libros digitales, pero también se mantienen (o incluso crecen) las descargas ilegales. Además, la mayoría de los piratas son conscientes de que lo hacen.
Siguiendo con los soportes tecnológicos, el audiolibro ha experimentado un aumento significativo, aunque sigue siendo un mercado austero, y son las mujeres las que más audiolibros consumen. Hasta el 2,7% de la población los escucha de manera frecuente. “No hay que desmerecer ningún tipo de formato, aunque quiero celebrar el formato tradicional de papel”, ha reivindicado Iceta.
El audiolibro crece y el ebook desciende
En cuanto a las bibliotecas, descendió mucho la asistencia durante la pandemia y, aunque se va recuperando, sigue baja: un 25,3% de los encuestados acudieron a una biblioteca en 2021, frente al 23,2% de 2020. Al mismo tiempo, el servicio bibliotecario sigue obteniendo una muy buena valoración entre los españoles y en todas las comunidades autónomas.
Los datos de lectura en menores son más halagüeños. En el 75,9% de los hogares con niños menores de seis años, las madres y padres leen a sus hijos. Es cierto que ha descendido el tiempo de lectura, pero sigue siendo una cifra muy alta que abarca una franja importante de edad. El 83,7% de los niños entre 6 y 9 años lee libros más allá de los libros de texto, y hasta los 14 años el índice sigue siendo muy elevado, aunque inmediatamente desciende. “Con 15 años se produce un abandono de la lectura”, ha dicho Fernández, y Chicharro atribuye las causas a “la psicología evolutiva”. Con la entrada en el mundo laboral, también se produce un descenso significativo.
En definitiva, “quien lee, no suele dejarlo”, ha dicho Iceta, lo que considera “un factor de esperanza y optimismo”. La directora general del Libro, María José Gálvez, ha recordado la puesta en marcha del Plan de Fomento de la lectura, denominado “Lectura infinita” y al que se han destinado 13, 2 millones de euros. Por su parte, Iceta ha señalado los beneficios del Bono cultural joven “para que no se pierda el hábito de lectura al llegar a la juventud”.
“El estudio explica que mucha gente lee por placer y es un aumento constante”, ha añadido el ministro, y ha señalado el reto de derribar la “brecha socioecónomica” incorporando a lectores. “Las sociedades que más leen son las más ricas desde el punto de vista humano y personal” y, por lo tanto, “una persona que lee es una mejor persona”, ha concluido, no sin antes recordar que “el hábito de lectura también tiene un componente social y colectivo que genera relaciones de amistad”.