'La voz de entonces': una saga familiar en pos de la libertad
Berta Vias Mahou actualiza la decimonónica "novela río" con una técnica moderna en este libro protagonizado por mujeres fuertes
13 junio, 2022 02:32No es Berta Vias Mahou (Madrid, 1961) una autora formalmente conformista. Ya antes ha practicado la fragmentación del argumento en unidades casi sueltas y ahora acude al mismo recurso. En La voz de entonces lleva la afición por una estructura novedosa, aunque no revolucionaria, lejos y con mucho riesgo.
En realidad, el libro nos remite a un uso decimonónico, la “novela río”, que desarrolla las vicisitudes de una saga familiar en el trascurso de decenios. Pero, claro, una forma tan vieja y desacreditada no sería hoy viable. Así que la autora conserva en formato reducido la inspiración germinal del roman-fleuve y la manipula con una técnica moderna que proporciona un aire de plena actualidad artística.
La saga familiar se remonta a mediados del siglo XIX y remite al árbol genealógico de la propia escritora, supongo, pues unos personajes apellidados Vias conectan múltiples historias. Pero no se reconstruye con obvios nexos entre sus miembros y abundan los saltos temporales y espaciales. Esta manera de recrear la saga Vias da lugar a seis relatos bastante independientes, acompañados de sendos retratos fotográficos que añaden sabor de época. Es en la perspectiva conjunta del libro y en el desenlace donde revelarán un fondo unitario.
Dicho fondo se apoya en el papel principal que tuvieron unas mujeres fuertes de sucesivas generaciones de Vias. Podríamos decir que los relatos sueltos son historias de mujeres localizadas en diversas circunstancias que se engarzan como cuentas de un rosario y forman una prolongada casta gracias a una cadena de voces, recuerdos, sucesos, músicas y canciones.
En este esqueleto anecdótico se vertebra una historia de España desde los tiempos de las colonias y hasta fechas cercanas a hoy. Los episodios parten de la fuga de un esclavo negro en una hacienda azucarera en Puerto Rico. Después, desde el traslado a España de un Vias a comienzos de la pasada centuria, aparecen dolorosos hitos de nuestra historia: el desastre de Annual y la guerra civil. Otras piezas se centran en mostrar significativas estampas de la vida común. En la última entramos en la Transición con el fin de abrazar lo que Vias concibe como un ciclo histórico completo, el que se cierra cuando nuestro país alcanza la democracia. Lo cual podemos entender con un subterráneo valor metafórico: la novela va de la esclavitud a la libertad.
Bajo un evidente gusto por contar, Berta Vias cobija un sentido ético de la vida, sobre todo un alegato a favor de la libertad
Estos recortes sueltos del pasado se alimentan con una materia novelesca jugosa que brinda buenas anécdotas. Su carácter variado responde a una mirada plural de la vida. Puede ser de tono descriptivo y algo lírico: un paseo campestre por Santillana. O de intensidad emocional: la anciana demenciada que evoca la muerte de un ser cercano en el Riff. O, al contrario, de jocosísimo tono esperpéntico: la fijación de fecha para una boda.
Bajo un evidente gusto por contar, Vias cobija un sentido ético de la vida, sobre todo un alegato a favor de la libertad, sea de esclavos legales o de mujeres avasalladas. También despliega una postura militante en la denuncia del ejército y de la injusticia y en su anticlericalismo beligerante. Todo ello bajo una marca estilística muy acentuada: una prosa muy vivaz, de frases cortas que llevan a un peligroso extremo la aversión de la autora por las oraciones subordinadas.
Tan comprometida, atractiva y valiosa recreación histórico emocional tiene un hándicap: uno anda perdido con los cambios de personajes y de escenarios durante demasiadas páginas. Pero merece la pena tener un poco de paciencia.