In Memoriam: George Steiner, el último intelectual del humanismo europeo
Convencido de la necesidad de cultivar a los clásicos como antídoto contra la barbarie, el escritor fue uno de los más distinguidos representantes de la crítica literaria del siglo XX.
18 diciembre, 2023 01:38Se considera a George Steiner uno de los más distinguidos representantes de la crítica literaria del siglo XX. Fue más que eso: acaso el último intelectual de esa gran tradición del humanismo europeo que comenzó a declinar en los años en que él abría los ojos al mundo.
Nacido en 1929 en una coqueta localidad del área metropolitana de París, en el seno de una familia judía austríaca exiliada por el antisemitismo, aún pudo respirar en su infancia el ambiente de aquella declinante civilización centroeuropea. Lo hizo, sin embargo, sabedor de no pertenecer ya a ese mundo de ayer ni a la estirpe de quienes acertaron a tocar el fuego sagrado de la creación artística.
Su obra destila por ello una acusada nostalgia, modulada con oportunas dosis de ironía. Pero, por encima de todo, despunta en ella la convicción de la necesidad de cultivar a los clásicos como antídoto contra la barbarie.
Tras la riqueza de sus lecturas se percibe la veneración con que Steiner se acerca al lenguaje
Escapando nuevamente del nazismo, en 1940 recala en Estados Unidos. Allí consolida su formación, de base políglota, cursando estudios de ciencia, artes, filosofía, clásicas y literatura comparada en Chicago, Yale y Harvard; amplía estudios en Oxford y colabora en el londinense The Economist.
Una entrevista a Oppenheimer lo lleva de vuelta a Estados Unidos y cambia su destino: la breve conversación basta para convencer al genial físico teórico del potencial de este joven y ofrecerle una beca en Princeton.
Steiner desarrolla desde entonces una exitosa carrera académica, de Princeton a Cambridge, y de ahí a la cátedra de Literatura Comparada en Ginebra durante veinte años, hasta su jubilación, apenas seis años antes de su fallecimiento, en 2020.
Su tesis doctoral, La muerte de la tragedia (1961), muestra ya las mejores virtudes de este espléndido exegeta: amplia erudición, estilo elegante, sin tecnicismos, y un talento deslumbrante para captar el latido más vivo de los textos.
Su obra, salpicada de citas hasta la extenuación, puede parecer un ejercicio diletante para quien no perciba, tras la riqueza de sus lecturas, la veneración con que Steiner se acerca al lenguaje. Lenguaje y Silencio, Extraterritorial o Después de Babel son buenas muestras de ello.
Y es que Steiner emplea la crítica literaria como un medio idóneo para desafiar a su tiempo con cuestiones esenciales, esas que, aun sin respuesta taxativa, es inevitable plantear: el sentido de la existencia, del mal, la belleza o la huella de lo divino en el mundo.
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Convencido de que somos seres situados en la encrucijada entre el Viernes Santo de la muerte de Dios y el Domingo de su resurrección, reivindica el espesor ontológico que posee esta vida nuestra, en tránsito por un largo Sábado.
De ahí que combata la vulgata posmoderna, por simplificar el espacio problemático que habitamos. Su ambición más íntima es descifrar el misterio que desencadena toda creación humana. En ese sentido, su obra más reveladora es Presencias reales (1989), una decidida apuesta por la trascendencia como clave de la incógnita.
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El tono urgente de su demanda de sentido y su impaciencia frente a toda frivolidad intelectual le llevaron a veces a cierta intransigencia, salpicando sus opiniones sobre música moderna, cine o feminismo de un sesgo nada simpático. En Errata: examen de una vida (1997) admitió que podía estar equivocado. No es lo importante de su legado.
Nos enseñó a leer con profundidad y deleite. Sobre todo, supo recordarnos que el gran arte, la gran literatura y la filosofía tienen siempre algo importante que decir sobre nosotros mismos.
Nos dejaron
Pierre Bourdieu (1930-2002). Jacques Derrida (1930-2004). Norberto Bobbio (1909-2004). Jean-François Revel (1924-2006). Jean Baudrillard (1929-2007). Claude Lévi-Strauss (1908-2009). Zygmunt Bauman (1925-2017). Agnes Heller (1929-2019). Harold Bloom (1930-2019). Hans Magnus Enzensberger (1929-2022). Alain Touraine (1925-2023). Nuccio Ordine (1958-2023). Hélène Carrère d'Encausse (1929-2023). Gianni Vattimo (1936-2023)...