Maxim Ósipov. Foto: Libros del Asteroide

Maxim Ósipov. Foto: Libros del Asteroide

Letras

Alcoholismo, brutalidad contra las mujeres y crimen organizado: el diagnóstico de una Rusia herida

El escritor Maxim Ósipov se desdobla a través de la mirada de uno o varios médicos para entregarnos la experiencia viva de la realidad en su país.

18 febrero, 2024 01:47

Aunque comparte algunos temas con otras de sus obras, como Piedra, papel, tijera (la crónica de viaje, el lúcido análisis de la caótica sociedad postsoviética…), logra Maxim Ósipov (Moscú, 1963) un texto muy diferente con este Kilómetro 101. Para empezar se separa de la idea de relato que articulaba su anterior libro. Podríamos decir que las seis partes de este volumen son capítulos o pasajes, casi diarísticos, de la mirada de uno o varios médicos, donde el escritor y cardiólogo Ósipov se desdobla para entregarnos la experiencia viva y el diagnóstico de una Rusia secularmente herida y dañada.

Kilómetro 101

Maxim Ósipov

Traducción de Ricardo San Vicente. Libros del Asteroide, 2024. 240 páginas. 20,95 €

De 2006 a 2022 acompañamos la mirada de un doctor, rural o urbano, que a diario se las ve con una legión de pacientes empobrecidos, alcoholizados, embrutecidos, maltratados y desesperanzados, un profesional de la medicina empeñado en mejorar las condiciones de vida, que choca una y otra vez con el corrupto entramado funcionarial y gubernamental.

Reducir la mortalidad, mejorar la atención primaria, disponer de mejores aparatos, no abandonar a los ancianos, resumen el mantra heroico e idealista que lo guía, frente a una buena cuota de sanitarios que se contentan con dispensar recetas y bajas, alcoholizarse tanto como los propios enfermos y esquivar de la mejor manera las inspecciones y la interminable y caprichosa burocracia.

['Piedra, papel, tijera', voces actuales de la nueva Rusia]

El alcoholismo, la brutalidad (especialmente contra las mujeres) y el crimen organizado se denuncian como grandes problemas nacionales en una Rusia en inercia, donde “cambian muchas cosas en cinco años pero en doscientos nada”. El kilómetro 101 designa la lejanía, casi el exilio, la distancia de castigo respecto a las capitales que se imponía en tiempos soviéticos a los expresidiarios.

Como en otros libros del autor, junto a la buena observación y un fértil anecdotario, la realidad actual se lee e interpreta con el apoyo de la gran tradición literaria rusa, que el culto, irónico y a menudo humorístico Ósipov tiene muy presente para describir y valorar las situaciones y personajes que le salen al paso, pues ya disponían de un correlato en las narraciones del también médico Anton Chéjov, o en Lev Tolstói, Fiódor Dostoyevski, Nikolái Gógol, Andréi Platonov, Aleksandr Pushkin, Marina Tsvetáieva, Anna Ajmátova, Boris Pasternak

Maxim Ósipov sabe retratar al detalle a un mediocre y malvado Putin, causante de tantas desgracias

Las canciones, refranes y sabiduría popular son también una fuente de inspiración. En algunas partes, como en Moscú-Petrozavodsk, el largo viaje (más de catorce horas) de un médico que acude a un congreso da lugar a una inesperada intriga policiaca tras la brutal detención (“arresto extremo”) de dos hampones que compartían vagón-cama con el protagonista.

La accidentada travesía y la visita al comisario local para esclarecer los hechos, será uno de los momentos más intensos de Kilómetro 101. Rusia es un “fraude colectivo” (p. 74) del que una gran mayoría participa, y Un pez en el agua gira precisamente en torno a la denuncia de grandes engaños como el dopaje deportivo de Estado o las vacunas contra la Covid, desde la rusa Sputnik a las occidentales. Ninguna de ellas había pasado las última fase de pruebas antes de ser distribuida y aplicada: “No nos contarán de las complicaciones, nos mentirán, barrerán el polvo bajo la alfombra”.

En el texto final el autor narra su exilio, primero a Armenia y después a Alemania, tras la invasión de Ucrania. Maxim Ósipov sabe retratar al detalle a un mediocre y malvado Putin, causante de tantas desgracias.