A. M. Homes. Foto: Marion Ettlinger

A. M. Homes. Foto: Marion Ettlinger

Letras Libro de la semana

Un libro advierte del peligro de que gane Trump en Estados Unidos: un gobierno autoritario y populista

A. M. Homes plantea en 'La revelación' una inquietante distopía sobre una conspiración organizada por un grupo de influyentes empresarios, políticos e intelectuales.

17 junio, 2024 01:42

La victoria de Barack Obama en las elecciones presidenciales de 2008 provocó un shock en la América blanca, anglosajona y protestante. Los ricos y poderosos contemplaron con espanto que la Casa Blanca alojara a un presidente afroamericano y, supuestamente, musulmán. Desde su punto de vista, la democracia se basaba en tres pilares: capitalismo, armas e impuestos bajos. Cuestionar o debilitar esa tríada ponía en peligro el sueño americano.

La revelación

A. M. Homes

Traducción de Mauricio Bach. Anagrama, 2024. 448 páginas. 22,90 €

La profesora, ensayista y novelista Amy Michael Homes (Washington D. C., 1961), calificada por The New York Times Book Review como "la mejor retratista de la depravación contemporánea", ha compuesto una regocijante y estremecedora fábula sobre la conspiración organizada por un grupo de influyentes empresarios, políticos e intelectuales para implantar en Estados Unidos un gobierno autoritario y populista.

A la cabeza de esa trama se halla el Pez Gordo, un potentado con graves problemas familiares. Su mujer, Charlotte, es una alcohólica con tendencias suicidas. Insatisfecha con su vida, explora nuevas experiencias, como el sexo con mujeres y los porros. Su hija Meghan ignora un importante secreto cuya revelación le hará cuestionarse si las ideas de su padre son las más adecuadas para América o tal vez la causa de que la violencia y la desigualdad se hayan convertido en males endémicos.

"Soy rico y estoy orgulloso de serlo", proclama el Pez Gordo. Meghan no puede escuchar esas palabras sin experimentar un profundo dolor existencial. La épica que ha oído desde niña le parece el mascarón de proa de una farsa cada vez menos creíble. El carísimo colegio donde se halla internada afea que las alumnas utilicen la palabra "próstata" en una redacción, pero su padre escupe blasfemias al pensar que "un negro se va a follar a su mujer en la Casa Blanca". Meghan solo aprecia verdad y honestidad en la naturaleza, pues "no finge, se limita a ser".

Sin embargo, la naturaleza es vulnerable y el ser humano profana su inocencia a cada instante. Cuando Meghan sale a pasear con su caballo Ranger, se topa con una cierva malherida y su cría. Piensa que la policía podrá ayudarla, pero un agente desfunda su pistola y le pega dos tiros. Aterrorizado, el cervatillo huye y Meghan deduce que la crueldad es la ley del universo. Dios no existe. La vida solo es azar y nuestra especie ha añadido dos nuevas calamidades: la ambición y la estupidez. Saber no empodera. Solo te hace más desgraciado.

El Pez Gordo es incapaz de aliviar el sufrimiento de su mujer y su hija. Egocéntrico, narcisista y débil, concibe que ha asumido una misión sagrada al poner en marcha una conspiración. Piensa que la grandeza de América reside en su culto al poder y el dinero. Dado que no se puede vender esa idea al hombre común, conviene agitar la bandera de la libertad para atraerse a la opinión pública, asegurando que limitar la venta de armas, universalizar la sanidad y proteger los derechos de las minorías son formas de atacar los derechos individuales.

El Pez Gordo y sus cómplices se denominan a sí mismos los "Hombres Eternos". No soportan la idea de perder privilegios. Prefieren incendiar el país y desencadenar una guerra civil. A Charlotte no le importa la política, pero sí envejecer. Se acerca a los sesenta y ha descubierto que ya no hay marcha atrás. Meghan aún no piensa en la vejez, pero ha comprendido que el mundo puede ser un lugar aterrador.

Aparentemente, el dinero ayuda a sobrellevar las asperezas del mundo, pero el Pez Gordo ha comprobado que no sirve para resolver los problemas domésticos. El dolor es más poderoso que la cuenta corriente más abultada. Su mujer y su hija ya no ocultan su hostilidad y no tiene amigos, sino personas que trabajan para él. Su hija no quiere más cosas. Solo desea que la escuchen y ya no cree en los valores que le ha inculcado. No soporta a los hombres poderosos de la generación de su padre, misóginos, racistas, convencidos de que 10.000 dólares son suficientes para comprar la lealtad de cualquiera.

El desengaño de Meghan no hace mella en su padre, que sigue conspirando para cambiar el rumbo de la historia. A pesar de la victoria de Obama, hay signos esperanzadores: no cesa de crecer el consumo de opioides y antidepresivos, y cada vez hay más suicidios. El rebaño se está autodestruyendo, pues sufre grandes dosis de frustración y miedo.

Homes ha esbozado una irreverente sátira sobre la descomposición de los afectos en una sociedad insolidaria y narcisista

Si, además, se le hace creer que podría desencadenarse una oleada de atentados terroristas, la gente se sentirá vulnerable y demandará líderes con mano de hierro. Los conspiradores calculan que en 2026 se habrá generalizado la sensación de inseguridad y la población aceptará perder derechos y libertades para recobrar la tranquilidad.

A. M. Homes ha esbozado una distopía inquietante, especialmente cuando la posibilidad de una victoria de Trump no parece descabellada. No se ha limitado a especular sobre el futuro político de la primera potencia. Además, ha escrito una irreverente sátira que describe la descomposición de los afectos en una sociedad cada vez más insolidaria, narcisista e inmadura.

Su retrato de los viejos y poderosos hombres blancos es una obra maestra de la ironía. Suscita carcajadas, pero también hiela la sangre. Mucho más humanas, Charlotte y Meghan luchan contra su vacío interior, buscando un sentido a su existencia. Homes introduce una nota folletinesca al narrar la historia de Meghan, una adolescente que ha crecido ignorando sus orígenes, logrando un perfecto equilibrio entre lo trágico y lo melodramático.

La revelación es una novela intensa y perturbadora, pero su tono de comedia ayuda a soportar la angustia que produce el ácido retrato del poder político y económico. No hay que esforzarse mucho para advertir que la obra esconde una sombría advertencia. Estados Unidos es una meritocracia empresarial que pisotea a los más débiles, pero con Trump al frente se podrían exacerbar sus tendencias autoritarias, colocando al país al borde de una fractura social.

Todo sugiere que se está gestando las condiciones para reproducir la atmósfera putrefacta del macartismo. A. M. Homes no escribe para que la quieran más, sino para incomodar. De ahí que publicara en 1996 El fin de Alice, protagonizada por un pedófilo y exenta de sermones moralizantes. El mundo real está lleno de abismos y Homes ha asumido la tarea de explorarlos.

La revelación tal vez debería titularse La profecía, pues anticipa una pesadilla que podría suceder. El despertar de Meghan y la rebeldía de Charlotte son los únicos signos de esperanza de un relato con ecos de 1984, Un mundo feliz y Fahrenheit 451. La conjura contra América de la que nos habló Philip Roth en 2004 podría consumarse –según Homes– en 2026, pero ahora su líder sería un perverso narcisista llamado Donald Trump.