Collage de Rubén Vique

Collage de Rubén Vique

Letras

Viajes imposibles (5): por el camino de baldosas amarillas del País de Oz

Recorremos la tierra inventada por el escritor Lyman Frank Baum, habitada por criaturas fabulosas y llevada innumerables veces al cine y el teatro.

6 agosto, 2024 02:00

Iba a empezar diciendo que mires el lado positivo de las cosas, pero creo que es otra historia, con muchos crucificados de por medio. La conexión mental procede, sin duda, de la abundancia extrema de talento y diversión. También podría hablar de una prisión de igual nombre, Oz, pero sería llevar la broma demasiado lejos.

Nuestro viaje de hoy nos lleva al País de Oz, en el que transcurre La maravillosa historia del mago de Oz, de Lyman Frank Baum, y otros trece libros que el autor escribió posteriormente sobre la misma tierra, dado el gran éxito del primero. También está cargada de ironía, crítica social y ambigüedades calculadas, pero tan sutilmente dispuestas que puede leerse desde la más inmaculada inocencia.

Hay quien dice que para viajar a Oz hay que tener cierta afinidad con los gustos norteamericanos, pero de momento me consta que no piden visado ni hay que rellenar ningún engorroso impreso, de esos en los que te preguntan si tienes intención de cometer algún delito en el país. Se trata, eso sí, de la primera historia fantástica con  escenarios netamente americanos, en vez de europeos. La última historia del siglo XIX, en esa edad de la inocencia, antes de las guerras mundiales.

Ray Bolger, Jack Haley, Judy Garland y Bert Lahr en la película 'El mago de Oz' (1939)

Ray Bolger, Jack Haley, Judy Garland y Bert Lahr en la película 'El mago de Oz' (1939)

Oz es una tierra de forma cuadrangular, aproximadamente, como puedan serlo Francia o la península Ibérica, y se divide en cuatro países diferentes mediante una demarcación casi diagonal, dejando en el centro Ciudad Esmeralda, la capital.

Al norte nos encontramos el País de Gillikin, del que no se habla en el primer libro, pero sí en algunos de los que vinieron después. Se trata de una tierra montañosa con inmensos bosques y que todavía cuenta con amplios territorios sin explorar ni cartografiar. Tanto la bandera del país, como las ropas tradicionales de sus habitantes son de color morado. Algunos visitantes describen a la gente de Gillikin como ruda y temperamental, aunque reconocen su ingenio y su tenacidad.

Gillikin está lleno de lugares interesantes para un viajero deseoso de correr aventuras, como el pueblo de Loonville, cuyos habitantes parecen globos, o el bosque de los monos alados, que obedecen a quien lleve puesto el Sombrero Dorado Encantado, o Pumperdink, el reino encantado en una esquina del territorio, que condena a sus criminales a ser sumergidos en tinta.

También podemos visitar la Isla Mágica y el Palacio de Diamantes del Pato Solitario, el Bosque de Gugú, y otros muchos lugares con sus propias historias y propuestas. Hay una guía de sesenta páginas en las aduanas, a disposición de quien quiera pagar dos viejos peniques ingleses. O un guiño bien hecho, sin mover el otro ojo.

Mapa oficial de la tierra de Oz, según apareció en 'Tik-tok of Oz', el octavo libro de la serie, publicado en 1914.

Mapa oficial de la tierra de Oz, según apareció en 'Tik-tok of Oz', el octavo libro de la serie, publicado en 1914.

Para buscar alojamiento, recomiendo la ciudad de Up Town, proclamada capital de Gillikin. Esta región, también hay que advertirlo, no está exenta de peligros, pues la habitan dragones que duermen bajo tierra y que salen a la superficie cada cien años en busca de alimento. En los bosques también viven arañas gigantes de color púrpura que atrapan a los viajeros en sus redes y los sorben hasta la médula. Hay quien dice que también pueden ser peligrosos los Flatheads, un pueblo de cabezas planas que lleva el cerebro en una lata guardada en el bolsillo. Nada raro, a día de hoy, ¿no?

La región oriental de Oz la ocupa el País Munchkin, también conocido como País Azul, por sus emblemas y el atuendo de sus habitantes. Allí fue donde cayeron Dorothy Gale y su perro Toto cuando un ciclón se llevó su granja. Actualmente es posible que exista algún tipo de vuelo regular, un poco menos accidentado, aunque seguramente te permita llevar menos equipaje que una granja entera. Se trata de la región con mejor clima, siempre soleado, y la que cuenta con más lugares agradables y paisajes dignos de ser fotografiados. Su arquitectura típica consiste en casas de tejado abovedado, rodeadas por amplias vallas de color azul. Su principal vía de comunicación con Ciudad Esmeralda, la capital, es un bonito camino de baldosas amarillas. Posiblemente los promotores del Camino de Santiago se inspiraron en esta tierra para sus conocidas flechas. Cualquier peregrino sabe lo que pasa cuando no sigues las flechas amarillas.

En Munchkin se encuentran la Facultad de Arte y Perfección Atlética, el Bosque Musical de Fiddlestick, la región de los unicornios, el estupendo lago Orizon, y también el Campo de Amapolas Mortal, que interrumpe en algunos puntos el camino de baldosas amarillas, y puede hacer dormir durante mucho tiempo a cualquiera que lo atraviese. Para los aficionados al alpinismo y los deportes de montaña, recomendamos especialmente el Monte Moojer, cerca de Ciudad Esmeralda.

El Sur de Oz corresponde al País Quadling, mucho menos agradable que Munchnik, sobre todo porque a sus habitantes no les gustan los turistas y no son nada amables con ellos. Sus banderas y sus vestidos son de color rojo, y parece ser que también es de ese color el pelaje de sus mascotas, difíciles de describir.

Ilustración de John R. Neill en la portada de la primera edición del libro 'Glinda of Oz', de L. Frank Baum, 1920.

Ilustración de John R. Neill en la portada de la primera edición del libro 'Glinda of Oz', de L. Frank Baum, 1920.

El principal punto de interés de Quadling es el Palacio de Glinda, la Bruja Buena, un castillo adornado con rubíes y custodiado por chicas soldado adolescentes, lo que, comprensiblemente, despierta no pocas suspicacias.

También es interesante el Bosque de los Árboles Guerreros, pero no parece muy recomendable, puesto que su objetivo es precisamente impedir la entrada a cualquier visitante, poniéndole zancadillas con sus raíces y golpeándolo con sus ramas. Una vez se encontró a un turista dentro de un tronco hueco. Cuidado.

Quadling reserva otras muchas sorpresas a sus visitantes, como utensilios comunes que en realidad son seres vivos, personas de papel, o incluso gente que se preocupa demasiado y está todo el día con el ceño fruncido.

En cuarto lugar, la región occidental de Oz pertenece al País Winkie, o País Amarillo, llamado así por el color de sus banderas, sus vestidos, y hasta de la mayoría de sus plantas. Los winkies son considerados los mejores hojalateros del mundo y elaboran verdaderas maravillas con este material. Recomendamos visitar Winkie si hay que traer regalos a la vuelta.

En cuanto a los lugares de interés de esta región, hay que destacar la Mansión del Espantapájaros, con forma de mazorca de maíz, la Calabaza Gigante donde habita Jack Pumpkinhead, el Palacio del Leñador de Hojalata y Bookville, un pueblo de libros animados. Como sabéis, cada libro tiene su carácter y su trauma, así que hay que ser precavido al tratar con ellos.

Ilustración de Benjamin Lacombe para la versión de 'El mago de Oz' escrita por Sébastien Perez. Editorial Edelvives, 2018.

Ilustración de Benjamin Lacombe para la versión de 'El mago de Oz' escrita por Sébastien Perez. Editorial Edelvives, 2018.

Por último, para los más urbanitas, nos queda la maravillosa Ciudad Esmeralda, capital de Oz, situada en el centro del país. Toda la ciudad está rodeada por una muralla de mármol verde pulido, cuajada de esmeraldas verdes que cualquier viajero puede ver desde mucha distancia cuando se acerca a la ciudad. La urbe cuenta con cuatro puertas e innumerables torres, y muchos edificios están también construidos en mármol verde, con tejados de oro. Las aceras son también de mármol pulido verde, por lo que hay que tener mucho cuidado los días de lluvia porque los resbalones son frecuentes. La gente viste prendas de seda y terciopelo, con botones de oro y plata, y las calles están llenas de pastelerías y puestos de limonada.

Haría falta mucho espacio para describir, siquiera por encima, todas las maravillas de Ciudad Esmeralda, pero quien esté interesado puede conocerlas en la obra original de Lyman Frank Baum, publicada por primera vez en 1900, y que es ya un icono cultural en medio mundo. La obra recibió una gran acogida desde el principio, y ha sido adaptada innumerables veces en el cine, el musical o el teatro. Es especialmente famosa la película de 1939, protagonizada por Judy Garland y dirigida por Victor Fleming.

Aun así, también tuvo sus detractores: en 1928 fue censurada y retirada de las bibliotecas de Detroit por considerarla de poco valor educativo y por fomentar la cobardía en los niños.

Lyman Frank Baum escribió casi un centenar de obras más, algunas bajo el seudónimo femenino de Edith Van Dyne.

Las elecciones en el país de Oz se celebrarán este año a finales de septiembre.