Carmen Amoraga: "Sería una persona bastante infeliz si no fuera escritora"
- Tras pasar ocho años dedicada a la política, vuelve a la novela con 'La memoria infiel', un relato en el que conjuga la maternidad, la culpa, la precariedad laboral y el amor.
- Más información: Carmen Amoraga, Premio Nadal 2014: "Este libro es un homenaje a todas las personas que se levantan"
¿Qué libro está leyendo?
Tinta invisible, de Javier Peña.
¿Cuál es el libro que más le ha 'autoayudado'?
En no ficción, El poder de confiar en ti de Curro Cañete. En ficción es más difícil escoger uno, porque han sido muchos, pero por diversas circunstancias diría que Saber perder de David Trueba y El mundo, de Millás.
Si no hubiera podido ser narradora, periodista y política, ¿qué hubiese querido ser?
¡Uf! No lo sé... Lo que sí tengo claro es que sería una persona bastante infeliz si no fuera escritora.
Fue directora general de Cultura de la Generalitat valenciana. ¿Qué balance hace, qué fue lo mejor y lo peor?
Lo peor siempre es no poder hacer todo lo que has venido a hacer. Lo mejor, haber podido contribuir a dignificar la cultura, el trabajo de las personas que hacen cultura, y también algunos espacios. El balance es positivo... ¡He salido viva! Pero tenía muy claro que llegaba a la política con fecha de caducidad y con lucro cesante.
En La memoria infiel ha prestado a la protagonista algunos recuerdos y lugares. ¿Qué más hay de usted en el relato?
Sobre todo, muchas sensaciones. La sensación de pertenecer a un sitio, por más que te alejes. La sensación de lo importante que es querer y que te quieran. La sensación de que los traumas permanecen con nosotros, siempre, pero los afectos también y a veces solo es necesario cambiar la mirada para verlo. Y están mis padres, mi hermano, mi cantina de la estación, mis escenarios de infancia. Mientras la escribía le dije a mi madre: "Mira, te saco en esta escena de la novela", y estaba contentísima, ella y su perro paseando. Por desgracia, no la ha podido leer.
¿Qué ganamos y qué perdemos cuando reconstruimos nuestro pasado apoyados en la (infiel) memoria?
Cuando recurrimos más a unos recuerdos que a otros, cuando de forma imperceptible los vamos modificando para reforzar nuestras decisiones, lo que ganamos es sobrevivir. Pero, y esto es una opinión personal, creo que estar demasiado seguros nos impide avanzar.
¿Qué ha roto tantos años de silencios y de secretos de familia?
La comunicación y la empatía. Antes todo se vivía en secreto, de puertas para adentro, pero afortunadamente hemos ganado en empatía. Muchos tenemos la mirada y los brazos abiertos para no juzgar a los demás, y eso hace que quien sufre no tenga miedo a contarlo.
¿En qué película se quedaría a vivir y en cuál no aguantaría ni un minuto?
Me quedaría a vivir en Dos en carretera, una de mis películas favoritas. No aguantaría ni un segundo en La chaqueta metálica. Bueno, creo que no viviría en ninguna de Kubrick.
¿Ha experimentado alguna vez el síndrome de Stendhal?
La belleza me sobrecoge, pero nunca me ha hecho daño. La primera vez que sentí algo así fue viendo El entierro del conde Orgaz en Toledo, en una excursión de pequeña.
Díganos algo que ya no soporte del mundillo cultural.
La prepotencia de muchos creadores y de muchos opinadores que opinan sobre los creadores.
Una obra sobrevalorada.
¡No soy tan valiente como para decir nombres! Pero sí diré que algunas películas de Fellini son misóginas y aburridas y que Pulp Fiction no es la mejor de Tarantino.
Un placer cultural culpable.
No me pierdo un concierto de Luis Miguel.
¿Cuál es la última exposición a la que ha ido? Impresiones…
Hace nada he estado en el Centro Cultural Hortensia Herrero de Valencia, y me ha impactado la propuesta entera. Y el valor de abrir un espacio en el centro de la ciudad que ha llenado el corazón de los ciudadanos, porque siempre está lleno.
¿La Inteligencia Artificial matará la creación artística?
Lo único que mataría la creación artística es el mal uso de la creación artística.
España es un país…
En el que el ruido no deja escuchar la realidad.