'La mujer incierta': Piedad Bonnett reflexiona sobre la forma femenina (y feminista) de estar en el mundo
- La poeta, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, explora la identidad femenina y la maternidad en un testimonio autobiográfico y generacional.
- Más información: La poeta colombiana Piedad Bonnett, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana
Piedad Bonnett (Amalfi, Colombia, 1951) está de actualidad porque acaba de recibir el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana que otorga la Universidad de Salamanca. Poeta, novelista y dramaturga, Bonnett es autora, ante todo, de un libro valiente y conmovedor –Lo que no tiene nombre (2013)– que compuso tras la muerte de su hijo Daniel, una figura y una circunstancia muy presentes en su obra posterior.
La mujer incierta, un trabajo de fondo autobiográfico, está antecedido de cuatro citas que arrojan luz sobre su significado. La primera, de Sartre, esperanzadora y clarificadora, se refiere a la capacidad de los seres humanos para modelar sus vidas, a pesar de los obstáculos de base que puedan atenazarles.
La segunda, de Margarita García Robayo, alude al paradójico carácter ocultador de la escritura confesional. La tercera, de Jean Améry, incide en la falacia del recuerdo veraz (“quien recuerda miente”, dijo Caballero Bonald con la misma intención) y la cuarta, de Jacqueline Goldberg, confirma lo que es un secreto a voces: que toda existencia es difícil.
La obra, que participa de los géneros fragmentarios, está formada por diferentes capítulos y subcapítulos breves de títulos significativos. A ello se añaden otros seis pasajes en cursiva que contienen consideraciones sobre el presente provecto de los padres de la escritora y que suponen el contrapunto a un relato centrado en el yo.
En una nota “Al lector”, la misma autora manifiesta el sentido colectivo del texto, extremo que se revela en la lectura. Así, la intimidad de la narración se refiere no solo a aspectos personales, sino también a vivencias generacionales y culturales en el más amplio sentido de la palabra. Además, en La mujer incierta, Bonnett medita sobre asuntos que confluyen en un punto de fuga: la forma femenina (y feminista) de estar en el mundo.
Desde el principio, el yo protagonista revela su extrema sensibilidad, mal comprendida en los primeros años y paulatinamente asimilada a lo largo de una biografía llena de azares. Se refiere, así, a la pésima educación sentimental y sexual que han recibido las mujeres, a su desconocimiento sobre cómo tenían que responder ante ciertas insinuaciones masculinas. Baste decir que se sentían culpables tanto si manifestaban su desaprobación ante los avances de los hombres como si se dejaban vencer por el deseo.
La intimidad de la narración se refiere no solo a aspectos personales, sino también a vivencias generacionales
También alude Bonnett al desconcierto ante una maternidad que en muchos casos llegaba demasiado pronto y sin instrucciones. El parto, la violencia obstétrica, la ilusión esperanzada que supone el nacimiento de una hija, los miedos, incluso la ansiedad y los ataques de pánico, son temas que se exponen en el primer capítulo.
Pero en el libro se tratan otros muchos como la agresividad contra las mujeres, el matrimonio, los temores de una joven cuando ejerce su profesión de docente las primeras veces, el enamoramiento, el amor en sí, la hipocondría y el desequilibrio que amenaza a no pocos escritores, la eutanasia, la ética calvinista de muchos progenitores que rechazan un ocio considerado dañino, la posterior reconquista del placer, lo poco que conocemos a nuestros padres, el qué dirán, el aborto, las actitudes machistas, la Universidad, los tipos de amor (los inconclusos, según Bonnett, “viven para siempre como un motivo poético”), la depresión, la aquiescencia de las mujeres en favor de la armonía conyugal…, y Daniel.
Todas estas materias, y otras imposibles de recoger aquí, se presentan acompañadas de numerosas citas y referencias a creadores que revelan una vida dedicada a la lectura. Al final se imponen las reflexiones sobre la escritura, algunas de corte técnico, que amenizan aún más las páginas del libro.