Schopenhauer: una biografía para redescubrir al filósofo de la culpa y el pesimismo
- Luis Fernando Moreno Claros recorre con solvencia, erudición y claridad el itinerario vital y reflexivo del filósofo alemán, conocido como el "sabio de Fráncfort".
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A la hora de hablar de Arthur Schopenhauer (1788-1860) caben dos perspectivas iniciales. La primera etiqueta arranca con la consideración de su refutación de la identidad entre el Ser y el Bien que domina la filosofía occidental de Platón a Hegel y desemboca en una expresión que se ha convertido en lugar común de época: pesimismo. La segunda tiene que ver con una conciencia lúcida, ya expresada en el Romanticismo, de las ambivalencias ilustradas y se expresa bajo otro rótulo: crítica.
Desde ambos planos, su filosofía ha de ser entendida como reacción contra el hegelianismo y la sobredosis especulativa. De ahí que Schopenhauer fuera un incansable fustigador de la filosofía académica, que invierte el orden de prioridades entre experiencias vitales y conceptos abstractos.
Sin embargo, aunque él define la metafísica como “aquel conocimiento que va más allá de las posibilidades de la experiencia”, destaca también la intrínseca necesidad humana de trascender la simple apariencia. Lejos de enarbolar la bandera de la indiferencia contemplativa como acceso originario al mundo, Schopenhauer cree que son experiencias como el dolor, la miseria y la muerte las que hacen al hombre consciente de su existencia, un animal metaphysicum.
Sin duda, como se muestra en esta biografía, el carácter anómalo de su figura dentro de la historia de la filosofía se explica por la heterogeneidad de sus influencias: el maridaje de las doctrinas budistas e hinduistas (Upanisad), Platón, y la doctrina kantiana, sobre todo su distinción entre fenómeno y nóumeno. Influido por la filosofía hindú, Schopenhauer recoge la canónica distinción kantiana desde un sesgo original. Interpreta la “representación” como ilusión, un ámbito fenoménico que oculta una voluntad todopoderosa, infinita, “hambrienta”.
La recuperación de la biografía de Moreno Claros, gran especialista español en el filósofo alemán, recorre con solvencia, erudición y claridad el itinerario vital y reflexivo del “sabio de Fráncfort”. Su propuesta, sobria y llena de anécdotas, distinta de la vibrante aproximación de Rüdiger Safranski en Schopenhauer y los años salvajes de la filosofía (Tusquets), pone el foco en el personaje. Dicho esto, el fresco de época y la relación con sus coetáneos que brinda el autor también son destacables. No en vano, Schopenhauer pone en primer plano a ese individuo “insatisfecho” que quedaba al margen de la teodicea hegeliana.
Esta biografía recorre con erudición y claridad el itinerario vital y reflexivo del sabio de Fráncfort
En la medida que privilegia la experiencia y la finitud frente al pensamiento conceptual hegeliano, Schopenhauer anticipa rasgos futuros del individualismo romántico existencialista. Con su visión, el hombre contemporáneo pierde la inocencia de sentirse resguardado en la totalidad, lo que constituye la embrionaria experiencia del nihilismo que explorará Nietzsche. Arrojado a un mundo hostil, Schopenhauer percibe la omnipotencia de la voluntad y, sobre todo, su radical culpabilidad.
La única solución es la ascesis y la anulación de la voluntad. Vivir es ser culpable, dictamen ante el que se rebelará la colonización y gestión nietzscheana del cuerpo (un nuevo ascetismo). Esta biografía no solo estimula la curiosidad por volver a leer a Schopenhauer; presenta de forma amena la exploración de estos abismos por parte de su ascética: esa búsqueda filosófica de un anonadamiento capaz de anular por completo todos los deseos egoístas del hombre, preso en los límites de su propia e ilusoria individuación.