Ensayo

Nada por la patria

Iván Tubau

20 junio, 1999 02:00

Flor del Viento. Barcelona, 1999. 278 páginas, 1.900 pesetas

Nacido en Barcelona en plena guerra civil, Iván Tubau creció exiliado en las cercanías de Toulouse. A su vuelta a España estudia arte dramático en el Instituto de Teatro de Barcelona, en cuya facultad de Filosofía y Letras acaba doctorándose en Filología Francesa. En Madrid se graduó en la Escuela de Periodismo. Su actividad intelectual y profesional es amplia y diversa. Además de dibujar chistes y hacer humorismo, ha escrito novela, poesía y libro de texto. Al mismo tiempo, ha trabajado para la televisión española y ha sido crítico de cine y columnista y se ha dedicado a la docencia hasta convertirse en catedrático de periodismo cultural en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Aprendió catalán en casa, francés en el colegio y castellano como idioma de una realidad llamada España. De ahí que tenga el privilegio, y quizá la desgracia, de estar en la charnela de dos culturas. Escribe tanto en castellano como en catalán. Nada por la patria es una mezcla, confusa en ocasiones, exasperada siempre, en la que una autobiografía encarna y revela las tensiones y contradicciones de un momento histórico. Arrancan estas páginas a propósito de un artículo contra la política de inmersión lingöística impuesta por la Generalitat, escrito en catalán y publicado en el desaparecido "Diari de Barcelona" en febrero de 1990. A partir de ahí, el texto se mueve entre dos ejes: por un lado su crítica a la política cultural catalanista impuesta por el gobierno de Pujol y, por otro, la recapitulación autobiográfica al hilo de la memoria agraviada.
La tenaza del nacionalismo catalanista se articula, en su opinión, desde los medios de comunicación y la enseñanza. De los primeros afirma: "...cuando se dice ‘medios’ se está diciendo prácticamente ‘todos’ los medios: todas las cadenas de televisión públicas y privadas -la TV3 del pujolismo, sí, pero también la TVE Cataluña del felipismo-; todos los diarios desde ‘Avui’ hasta ‘La Vanguardia’ pasando por ‘El País’, ‘El Periódico’ y la prensa comarcal en bloque; todas las emisoras de radio, incluida y acaso sobre todo Radio 4 controlada por el gobierno socialista. Una excepción: la COPE de los obispos..." Respecto de la enseñanza en catalán, la inmersión lingöística obligatoria hasta finalizar la "primera etapa de EGB" la contempla como una amenaza real para los escolares de todas las edades y como algo que produce miedo a las represalias en los profesionales de la docencia en todas sus etapas. En definitiva, "un castellano en Barcelona viene a ser lo que un ‘hispano’ en Nueva York".
La equivocación básica del nacionalismo arcaizante, devoto y con voluntad de poder está, desde su perspectiva, en que no percibe, tal como señala el sociolingöista Lluís V. Aracil, que "la lengua materna es aquella en la que empiezas a expresarte, no la de un territorio". Para Tubau, que no se opondría a la independencia de Cataluña, la solución al conflicto reside en establecer un bilingöismo respetado por todos. Lo que parece ignorar es que el bilingöismo en sentido estricto apenas existe. En mi opinión, la situación catalana es más bien de lenguas próximas que están en contacto y eso requiere una estrategia distinta. Ganarían estas páginas con un autor más contenido en un anecdotario personal.