Todo Franco
Joaquín Bardavío y Justino Sinova
13 diciembre, 2000 01:00En esta obra se da cita la amenidad del reportaje periodístico -algo bien raro en un diccionario- con el rigor de la información contrastada y el buen juicio en la elección de voces
En realidad, de entre esas lagunas quizá una de las obras que más se echaba en falta era un diccionario al que se pudiera acudir para consultar, por ejemplo, la biografía de un ministro o de un militar, la trayectoria de un organismo oficial o el contenido de algunas de las docenas de frases y muletillas que el régimen del general Franco utilizó a lo largo de casi cuatro décadas.
Ese libro -absolutamente indispensable para las redacciones de medios de comunicación, para los estudiantes de bachillerato y universidad, para simples curiosos y aficionados e incluso para los especialistas que no están dispuestos a perder horas intentando espigar un dato concreto de la abundante bibliografía sobre el general Franco- es precisamente el que han redactado dos veteranos en estas lides, Joaquín Bardavío y Justino Sinova.
Prescindiendo de la oportunidad de la efemérides, lo cierto es que ninguno de los dos autores es un recién llegado oportunista al estudio del franquismo. Joaquín Bardavío -autor de una trilogía muy interesante sobre la Transición- ya escribió un interesante libro titulado La crisis, indispensable para analizar el período final del franquismo.
Por su parte, Justino Sinova no sólo ha dirigido varias obras en fascículos relacionadas con la época sino que además es autor de La censura de prensa durante el franquismo, un libro galardonado con el premio Espasa de Ensayo en 1989 que constituye otra de las obras indispensables para conocer el franquismo. El resultado de esta conjunción de autores sólo puede ser calificada de muy feliz, porque en Todo Franco. Franquismo y antifranquismo de la A a la Z se da cita la amenidad del reportaje periodístico -algo bien raro y notable en un diccionario- con el rigor de la información contrastada y el buen juicio a la hora de la elección de voces.
Aunque da la sensación de que la editorial ha podido insistir a los autores para que no se excedieran en la extensión de la obra y aunque seguramente no faltará algún juicio pedante apuntando a presuntas omisiones en la obra, lo cierto es que el resultado final difícilmente podría ser más completo y extenso.
Cualquiera que se adentre en sus páginas -y éste resulta un ejercicio realmente recomendable no sólo a efectos informativos sino también como simple divertimento -podrá ver desde el "A tí te lo debemos todo" (una frase que los aduladores del Caudillo solían gritar en medio de discursos y actos oficiales) a la letra del Cara al sol pasando por las actividades de Felipe González durante la dictadura, cuando se escondía tras el seudónimo de "Isidoro", o la peculiar trayectoria de Santiago Carrillo.
Aparte de estos elementos, ya de por sí dignos de mención, Todo Franco alcanza cotas realmente sobresalientes en voces como las relativas al periodismo o al estado de las libertades en general durante el franquismo. De hecho, el tratamiento que recibe la censura, la ley de prensa o los medios de la época del "Abc" al "Ya", llega a una altura enciclopédica propia de una obra en varios volúmenes. A esto deben añadirse voces que, por sí mismas, permiten adentrarse en el volumen con un especial y nada oculto placer.
Las referencias, notablemente extensas, a los accidentes de Franco o a los atentados dirigidos contra él (estos últimos tratados con un espíritu crítico bien loable) traslucen un considerable y correcto trabajo previo de investigación.
En suma, nos hallamos ante un diccionario para aprender, para consultar, para recordar e incluso para divertirse sumergiéndonos en tiempos felizmente pasados.