Ensayo

Vida de Charlotte Brontë

Elisabeth Gaskell

3 enero, 2001 01:00

Traducción de ángela Pérez. Alba. Barcelona, 2000. 634 páginas. 4.800 pesetas

Novelista y biógrafa, Elizabeth Gaskell (1810-65) se convirtió en una celebridad literaria tras la publicación de su primera novela, Mary Barton (1848), retrato de la opresión laboral que padecían los trabajadores de Manchester. También resultó muy controvertida su siguiente novela, Ruth (1853), que trataba de una madre soltera y que fue censurada en muchos hogares victorianos. Sin embargo, sus obras maestras son Wives and Daughters (adaptada para televisión por la BBC hace poco), y esta biografía de su amiga Charlotte Brontë.

L as hermanas Brontë pertenecen por su literatura, y por las oscuras circunstancias de sus biografías, a esa estirpe de seres huérfanos, exiliados incluso de sí mismos. Se podría poner el acento en su sentimiento de orfandad, pero, sobre todo, cabe rastrear en la vida y la obra de Charlotte, un profundo extrañamiento, un tanto inmisericorde, como si la escritora se hiciese fuerte en ese vaciamiento apasionado de su destierro en la reactoría del sombrío pueblo de Haworth. La historia de las Brontë no ha dejado de espolear la curiosidad de sucesivas generaciones de biógrafos desde Elizabeth Gaskell publicase en 1857, a sugerencia del reverendo Patrick Brünte, Vida de Charlotte Brontë, a los dos años de la muerte de la escritora.

Elizabeth Gaskell, otra eminente autora victoriana, que tras el éxito de su novela Mary Barton fue contratada por Dickens para publicar en un periódico Household Words, los primeros capítulos de Cranford, su novela más popular, parecía la persona adecuada para el proyecto; por un lado, estaba su relativa amistad con Charlotte, por otro, el hecho de que la Brontë poseía todas las cualidades para ser la sufridora heroína de una novela de Elizabeth Gaskell: la resposabilidad de cuidar a un padre viudo y problemático, la desdicha de haber visto morir a todos los miembros de su familia, incluido el hermano descarriado, y, pese a todo ello, la abnegación y fortaleza para seguir trabajando en las circunstancias más alentadoras. Para Gaskell, que cuando conoció a Charlotte comentó a una amiga: "no tenía ni idea de que pudiera existir una vida como la de la señorita Brontë", el empeño consistía en plantearse los aspectos de veracidad y discreción, pero contaba, a su favor, con ingente material documental y cercanía de los hechos. Su relato, construido con esa prolija amenidad victoriana, pone el acento en el carácter aleccionador de Charlotte como hija y hermana ejemplar pero deja de lado la construcción de Brontë como novelista y sólo sobrevuela el posible amor por el profesor belga Heder (esos aspectos son relevantes en la biografía más reciente de Lyandall Gordon). A grandes rasgos, hemos escuchado la cotidiana tragedia que nos cuenta Elisabeth Gaskell muchas veces. El padre, el vicario metodista Patrick Brontë, se instala con su familia en la parroquia de Haworth, en Yorkshire, lugar conocido por sus páramos salvajes y la hosquedad de sus habitantes. A los pocos meses del traslado a la casa parroquial, muere de cáncer la madre, Marie Branwell, dejando a cinco niñas Brontë y a un varón al cuidado del severo reverendo y de la tía Elizabeth Branwell. Las dos niñas mayores, Maria y Elizabeth, morirán de tuberculosis unos años más tarde, tras sufrir los rigores de la escuela Cowan Bridge para las hijas de los clérigos, un siniestro internado en Lancanshire, con dietas insuficientes y condiciones insalubres (Charlotte se desquitaría años después al describir las penurias de Lowood, en Jane Eyre). Hasta aquí uno más de los muchos relatos tristes de la época. Lo que no resultó tan común fue el hecho de que aquellas mujeres condenadas a casarse con vicarios rurales o a colocarse de institutrices para ganarse el sustento, acabasen escribiendo novelas en las que parecía arder un fuego secreto y que han perdurado hasta nuestros días, circunstancia difícil de prever por la señora Gaskell. Emily y Anne apenas pudieron disfrutar del éxito de sus obras. En septiembre de 1848 muere Brawell, en diciembre, fallece Emily, y en mayo del siguiente año morirá Anne. Todos de tuberculosis, todos en brazos de Charlotte que sólo sobrevivirá seis años más, y que moriría a los nueve meses de su boda con el coadjutor de su padre, el reverendo Arthur Bell Nicholls.