Ensayo

España. Tres milenios de historia

ANTONIO DOMÍNGUEZ ORTIZ

28 marzo, 2001 02:00

Marcial Pons. Madrid, 2001. 396 páginas, 2.500 pesetas

España. Tres milenios de historia cubre un ingente lapso temporal que arracando de la Protohistoria (el florecimiento tartésico, las colonizaciones el desarrollo de la vida urbana) termina con final del régimen del general Franco y el comienzo de la Transición.

Nonagenario, Domínguez Ortiz es, probablemente, junto al padre Batllori, el decano de nuestros historiadores en activo, y autor de una extensa obra que goza de reconocimiento general. Aparecidos algunos de ellos hace muchas décadas, sus libros y artículos sobre, por ejemplo, la Sevilla del Antiguo Régimen o los estamentos privilegiados en la sociedad española del siglo XVII no han dejado de ser desde entonces referencias inexcusables, a las que se han ido sumando de forma regular nuevas aportaciones. España. Tres milenios de historia es un buen exponente de la maestría que tiene acreditada, un libro cuyas dificultades sólo puede salvar alguien de su experiencia y sus conocimientos. Durante un largo período reciente han rehuido los historiadores abordar obras de carácter general como ésta, un compendio de historia general de España sin otros límites cronológicos que lo que las fuentes escritas permiten y, como en este caso, aun antes. Tal renuencia es explicable por diferentes razones. De un lado, el desprestigio de un género trivializado en forma de manuales no siempre solventes. De otro, los enormes avances en forma de refinamiento analítico y la abundancia y rigor de información allegada por la investigación historiográfica cada vez más especializada durante la segunda mitad del siglo XX. Los historiadores tendieron a volcarse en monografías o textos de asunto muy bien delimitado temática y cronológicamente y destinados, ante todo, a sus propios colegas en comunidades científicas de expertos cuya especialización tendía a hacer herméticas. Las historias generales escritas por un solo autor ni se consideraron propias de investigadores serios.

Evidentemente, nada de eso reza con este libro y su autor. España. Tres milenios de historia cubre un ingente lapso temporal que arrancando de la Protohistoria (el denso período del florecimiento tartésico, las colonizaciones y el desarrollo de la vida urbana) termina con el final del régimen de Franco y el comienzo de la Transición. Los diferentes períodos se engarzan en una estructura equilibrada lo mismo en lo que hace a la extensión que se les dedica que a enfoque y desarrollo, de forma que es éste un rasgo sobresaliente del texto. No se echan en falta cuestiones relevantes ni las omisiones que exige la síntesis debilitan la solidez del conjunto.

Hay que saber mucho para escribir un libro así. Domínguez Ortiz, que siempre ha destacado por la amplitud y la originalidad de sus fuentes y lo minucioso del tratamiento de las mismas, ha preferido omitir toda referencia y todo aparato crítico. Sólo ocasionales alusiones a determinados investigadores o estudiosos, frecuentemente refiriéndose a teorías o interpretaciones encontradas, dejan ver al lector menos familiarizado con la bibliografía historiográfica la solidez de la información manejada. El que lo está más admira el esfuerzo para incluir cuanto en interpretaciones y aportaciones relevantes merece figurar. El resultado es un libro de historia que enseña y aclara ideas. Inevitablemente hay períodos o aspectos de tratamiento más convincente, y así los siglos de la Edad Moderna reflejan bien la dedicación preferente del autor a ese período. Como España... no es un mero resumen, hay en el libro algunas tesis de fondo que reflejan la opinión del autor sobre cuestiones controvertidas o desbaratan interpretaciones falaces o mostrencas. Es cuestionable si para períodos remotos de la historia Antigua o incluso de la Medieval, cabe hablar de una "historia de España". Domínguez Ortiz, desde el título mismo de su libro, se pronuncia al respecto y rastrea elementos cimentadores de una realidad española multimilenaria. La imagen unitaria de España fraguaría desde la época de las colonizaciones, y perduraría; la romanización es base de la existencia de España como unidad nacional y la identidad hispánica de figuras de las letras o la política romana nacidos en la Península, evidente; la Reconquista como fenómeno específicamente español reforzaría esa identidad hispánica, mientras el legitimismo monárquico nacido con los reyes astur-leoneses se mantendría, al menos, hasta comienzos del siglo XIX; al advenimiento de los Borbones. España se presenta como realidad bien perfilada; la guerra de la Independencia mostraría la vigencia de un nacionalismo consolidado, con una dimensión simbólica análoga a la Fiesta de la Federación de la Francia revolucionaria; la pérdida de Cuba haría aflorar un nuevo sentimiento nacional alimentado por los nuevos medios de creación de opinión. Sobre política, cultura, economía o instituciones hay muchas más cuestiones que bien merecen leer este libro; compensa sin duda.

Nacido en Sevilla en 1909, Antonio Domínguez Ortiz está considerado como uno de los mejores especialistas en la historia española del antiguo régimen. En este sentido destaca su obra La sociedad española del siglo XVII (dos volúmenes, 1964 y 1970). Otros títulos suyos de especial relevancia son Crisis y decadencia en la España de los Austrias (1969), Los judeoconversos en España y América (1971), Sociedad yestado en el siglo XVIII español (1976) o Los Reyes Católicos y los Austrias (1988). Es miembro de la Real Academia de la Historia, y en 1982 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales.