Ensayo

Los 100 empresarios españoles del S. XX

Eugenio Torres ( ED.)

23 mayo, 2001 02:00

Lid. Madrid, 2001, 659 páginas, 6.640 pesetas

El lector puede extraer, además de una lectura apasionante, varias conclusiones, entre ellas la brillante dimensión exterior de numerosos empresarios españoles en el último cuarto de siglo

En el antiguo -pero aún no cerrado- debate sobre las causas del atraso relativo de España en los siglos XIX y XX, una de las explicaciones que se avanzaron fue la ausencia, en nuestro país, de empresarios de ambición y empuje similar a los de otros países tardíamente industrializados como Italia o Japón. Gabriel Tortella ha sido uno de los defensores de este argumento, no excluyente de otros. La causa de dicha anomalía, según él, sería la persistencia a lo largo de los siglos de las secuelas nocivas dejadas tras sí por las instituciones sociales y el Estado del Antiguo Régimen. En el prólogo al presente libro, Tortella matiza su posición reconociendo que, al igual que ocurre en otras manifestaciones de la sociedad, como la inversión industrial o la educación, el capital humano empresarial mejoró notablemente en España antes de la guerra civil, ya en los decenios primeros del siglo XX. El contenido de este volumen ordenado y dirigido por Eugenio Torres Villanueva -autor editado también en Lid hace años- confirma sobradamente lo avanzado por Gabriel Tortella. Las biografías de cien empresarios españoles, de cinco o seis páginas cada una, escritas por especialistas de prestigio, muestran una creciente riqueza de empresarios imaginativos, esforzados ante las adversidades y capaces de éxito. La adaptación de estos hombres -y familias a lo largo de generaciones- a unas situaciones políticas y sociales cambiantes y, en ocasiones, conflictivas y cerradamente negativas para la gestión de las empresas, como las habidas en España en el siglo XX, es la mejor prueba de dicha valía humana.

La selección de los empresarios biografiados se ha llevado a cabo, con método riguroso, por un comité compuesto por relevantes profesores y directivos de organizaciones empresariales. El director de la obra explica el método seguido para la selección. Por ello causa extrañeza la ausencia de José María Ruiz Mateos, por muy controvertida que su figura resulte a algunos.

El lector puede extraer, además del placer de una lectura apasionante y fácil, varias conclusiones. Entre ellas, la dimensión exterior, en ocasiones muy brillante, de numerosos empresarios españoles en el último cuarto del siglo. Llama la atención que, en su casi totalidad, estos empresarios actúan en el sector servicios, como banca, turismo, transportes, editoriales y medios de comunicación. Es digna de mención la progresiva incorporación de empresas de construcción y obras públicas y de producción de energía.

Las regiones de procedencia de estos empresarios son lógicamente las de superior riqueza y tradición empresarial: Cataluña (26), País Vasco (17) y Madrid (13), aunque, en este último caso, resultan frecuentes los descendientes de foráneos como Oriol, Urquijo o Urgoiti. Le siguen Valencia (8), Asturias (6) y Andalucía (8). Este último caso, la industria ligada a una agricultura muy feraz -aceites, vinos- explica la floración de empresarios. Además de Andalucía, otra región relativamente pobre, Galicia, cuenta con cinco empresarios de importancia indiscutible. Son, significativamente, las regiones del interior las que menos personajes aportan a este conjunto. Los sectores con empresarios más destacados en este siglo XX son el agroalimentario, la banca, la química, la energía, los transportes, la minería, la construcción y la siderometalurgia. Un sector de industria tradicional en España, como el de tejidos, confección, cuero y calzado, presenta sólo siete apellidos.