Image: La ilusión neoliberal

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Ensayo

La ilusión neoliberal

René Passet

23 mayo, 2001 02:00

René passet Traducción de María Victoria López Paños. Editorial Debate, 2001. 329 páginas. 2.850 pesetas

Estamos ante una obra interesante, que trata de un tema de indudable actualidad y que supone una nueva aportación a un debate que marcará la vida política e internacional en los próximos años, aunque sus alternativas no siempre resulten convincentes

Hace unos años se popularizó la expresión "pensamiento único". Era el reconocimiento de la crisis de la política intervencionista seguida por partidos de centro y, sobre todo, de izquierda. Décadas de control estatal de la vida económica habían llevado a su ahogamiento. El denominado "estado de bienestar", el gran proyecto político desarrollado en los años de la postguerra mundial y fundamento de la solidaridad y cohesión que habían devuelto a los europeos la paz social, era inviable si no se realizaban importantes ajustes.

El liberalismo económico resurgía de sus cenizas. Desde sus maestros austríacos, von Hayek y von Mises, hasta sus continuadores anglosajones, Friedman, una nueva ética del individualismo y la eficacia llevaba a occidente hacia una reivindicación del mercado y una generalizada crítica, por inmoral e incompetente, al intervencionismo estatal. No parecía haber alternativa al imperio del rigor económico.

En Europa el proceso de unificación y, en particular, la creación de una moneda única exigió de sus miembros el control del gasto público y de la inflación, dos de los instrumentos tradicionales de los gobiernos para aumentar su capacidad de acción y respuesta a las demandas sociales. Conservadores o socialistas debieron asumir la acción de gobierno desde la austeridad presupuestaria y afrontar el delicado problema de la viabilidad del estado de bienestar. El propio desarrollo histórico de la economía mundial había elevado a la "globalización". Una mayor dependencia entre los mercados privaba a los gobiernos nacionales de cierta capacidad de control, las empresas se iusionaban en pos de adquirir un tamaño apropiado para poder competir y reglas de carácter liberal se imponían a los estados para asegurar el correcto movimiento de capitales.

Un cambio tan radical en los fundamentos de la política en occidente y, en especial, en Europa; un desarme ideológico de la izquierda tan espectacular no podía acontecer sin generar un amplio debate. Son muchos los libros que se han publicado en Europa en los últimos años en contra de esta hegemonía liberal. Ahora llega a nuestras librerías uno más, escrito por el profesor de economía de la Sorbona René Passet. Autor conocido entre nosotros por sus Principios de bioeconomía, que José Manuel Naredo publicó en la colección "Economía y Naturaleza" de la Fundación Argentaria en 1996, Passet es un economista sólido, que ha trabajado en temas de desarrollo, economía matemática y, más recientemente, en modelos alternativos. Su firma es habitual en las páginas de Le Monde Diplomatique.

Como otras obras de semejante enfoque ésta se divide en dos partes. En la primera critica el modelo dominante. En la segunda propone alternativas. Passet analiza a fondo y con detalle los fundamentos de la economía política liberal así como la publicística que se ha desarrollado en los últimos años. Sus críticas son inteligentes, aunque no siempre se compartan, y supone un gratificante estímulo para volver a repensar algunas ideas que, con demasiada facilidad, aceptamos como obvias. Especial interés tiene la crítica y los resultados de esta política en cuanto a su efecto sobre la cohesión social. Y es que la mayor libertad y la mejor adaptación de empresas y estados al mercado global ha ido unido en algunos países a un mayor desgajamiento social, aumentando la distancia entre ricos y pobres y, sobre todo, aislando y consolidando núcleos de inadaptados.

A la hora de proponer alternativas el texto de Passet no siempre resulta muy convincente. No cae en el error de tratar de dar marcha atrás en un proceso histórico que parece inevitable, ni en condenar la globalización en sí. Passet distingue acertadamente entre el fenómeno y las políticas seguidas: No pongamos en tela de juicio la mundialización, como tal, sino la política de desreglamentación y de liberalización devastadora que desató, en los años ochenta, el tándem Reagan-Thatcher" (pág. 239) Pero si la alternativa es reglamentar habrá que hacerlo desde un marco institucional internacional, capaz de configurar un mercado de esas características. Sin embargo, este aspecto está insuficientemente desarrollado y las medidas que propone no parecen muy realistas.
Estamos pues ante una obra interesante, que trata de un tema de indudable actualidad, que propone análisis y alternativas y que, sobre todo, supone una nueva aportación a un debate que marcará la vida política e internacional en los próximos años.