Ensayo

Regeneración y reforma

VV.AA.

20 febrero, 2002 01:00

Fundación BBVA/ MEC. 519 págs. Catálogo de la exposición en la sede madrileña de la Fundación BBVA, hasta el 17 de marzo

Las exposiciones de carácter histórico sobre los dos últimos siglos han sido numerosas en España tras la reimplantación de la democracia, tal vez como consecuencia del interés por recuperar unos protagonistas de los que amplios sectores habían estado sin noticias durante casi medio siglo, y porque en ellas se han abordado problemas aún vivos para muchos.

El Ministerio de Cultura, con las Fundaciones Argentaria y BBVA, inició en 1997 -"Cánovas y la Restauración"- una revisión de la España de hace un siglo, que se prolongaría el año 2000 con la espléndida exposición sobre "Sagasta y el liberalismo español", y desemboca en la de "Regeneración y reforma". Son años que podrían ser descritos como los del planteamiento de la crisis del sistema político de la Restauración, pero también como los de la formulación de grandes propuestas para su reforma.

Todas estas muestras son además ocasión para la confección de grandes catálogos. ése es el caso de la que ahora nos ocupa, cuyo catálogo viene precedido de una docena de ensayos en los que algunos de los más destacados especialistas abordan temas capitales del período, aunque no hubiera estado de más dedicar un capítulo específico a los militares, tal vez algo ausentes de esta exposición. Por otra parte, estas exposiciones de temas históricos tienen la peculiaridad de que no descansan tanto sobre la calidad artística de las piezas, como sobre su capacidad de evocar el período que se trata de reconstruir. Eso obliga a los organizadores a combinar piezas que van desde obras de arte muy conocidas hasta objetos tan corrientes como las gafas de Unamuno.

Los comisarios de la exposición -Mercedes Cabrera y Javier Moreno- han realizado una extraordinaria tarea para reunir y organizar tan variado material en el que, con criterios artísticos, sobresale un retrato que Sorolla hizo a Ortega y Gasset, relativamente poco visto hasta ahora. También el dibujo de los amigos de Zuloaga , o los finos trabajos escultóricos de Benlliure y Miquel Blay.

El éxito de la exposición depende de la buena articulación de su discurso narrativo, y el que han preparado los organizadores es impecable. Después de algún titubeo inicial en la caracterización del regeneracionismo, la muestra se adentra por una narración de gran eficacia a través del mundo institucionista, la generación del 98, hasta desembocar en la generación de 1914, liderada por un Ortega junto al que se ha colocado, a modo de una de las claves de la exposición, una de sus frases célebres: "España era el problema y Europa la solución". La exposición dedica un espacio a la recuperación económica que se produce desde comienzos de siglo, y al papel que tuvieron en ella algunos empresarios vizcaínos y catalanes, aunque la parte más extensa corresponde a las propuestas de reforma que surgieron desde dentro del sistema y a la presencia de nuevos actores externos como el republicanismo renovado o los nacionalismos que alumbraban en Cataluña y en el País Vasco. Un esfuerzo casi agotador que los comisarios han solventado brillantemente, con el buen quehacer de historiadores a que nos tienen acostumbrados.