Image: Español en dos mundos

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Ensayo

Español en dos mundos

Manuel Alvar

13 marzo, 2002 01:00

Temas de Hoy. Madrid, 2002. 254 páginas, 15 euros

La vida de Manuel Alvar (1923-2001) fue el mejor ejemplo de una vida dedicada a los libros y a las cosas que por ellos andan: palabras que hacen historia y que por la historia son escritas. Fue académico de la Real Academia Española y de la Real Academia de la Historia. Entre sus obras destacan Poesía española medieval (1978), Estudios y ensayos de literatura contemporánea (1971), De Galdós a Miguel ángel Asturias (1976) España y América cara a cara (1975) o La generación del 98 (1974).

Se supone que un reseñador tiene que ser frío e imparcial; sin embargo, esta vez no puede ser así. Para quien asistió a las clases de Dialectología o Geografía Lingöística que don Manuel impartía en la Universidad Complutense y para quien lo tuvo como maestro aquellos años, la recopilación de artículos que es Español en dos mundos tiene un valor sentimental que va mucho más allá de los saberes filológicos desgranados en sus páginas.

Para empezar (y para terminar, se diría también) este libro es un adiós consciente a una labor literaria verdaderamente colosal, de ensayista, de crítico literario, de poeta, de lingöista, de académico, de viajero que deja en su camino más de ochocientos títulos: "Escribo en junio de 2001 y por ahí quedan muchas ilusiones. Este es el último libro de mi quehacer. Acaso deliberadamente heterogéneo: historia e historias, asomos de literatura, sociología y dialectología. Es mi adiós a unos quehaceres muy queridos y a muchos años vividos apasionadamente". Efectivamente, la recopilación de materiales se concluyó semanas antes de su muerte.
No por casualidad, la despedida se dedica principalmente a América. Al español americano, que es como decir al futuro del idioma, o al idioma mismo, si se considera que en España vivimos escuetamente uno de cada diez hablantes de español. América ha sido, por lo demás, uno de los grandes temas de Manuel Alvar. Tema filológico y, sobre todo, tema vital. Es autor de atlas lingöísticos-etnográficos de Estados Unidos, República Dominicana, Paraguay, Venezuela, México, Argen- tina... Sólo quienes hayan participado alguna vez en encuestas dialectales de campo saben cuánto el terreno geográfico y humano que hay que recorrer y escudriñar para compilar eso que, por mera abreviatura, llamamos atlas lingöístico, donde se imprime al final una parte -a veces mínima- de trabajos, desvelos y andaduras que no tienen fin. Dicho sea de paso, a Alvar se le deben también los atlas lingöísticos de Canarias, Aragón, Navarra, La Rioja y, en colaboración con Gregorio Salvador y Antonio Llorente, el de Andalucía, un clásico en su género.

Español en dos mundos se compone de nueve ensayos que resumen las preocupaciones del autor, esencialmente, sobre el español americano: los problemas del plurilingöismo y la integración de las comunidades indígenas; comunicación, política y lengua; unidad y diversidad del español; consideraciones sobre la fragmentación lingöística; el papel de Canarias como enlace entre idiomático entre la península y América, etc, etc., lo que se prologa con un sentido "Exordio" de su hijo Alfredo Alvar Ezquerra.

No son, para los lectores de Alvar, temas nuevos. Ya habían hecho su aparición en Hombre, etnia, estado. Actitudes lingöísticas en Hispanoamérica, (1986) o en El español de las dos orillas (1991). Manuel Alvar siempre ha sido defensor de una idea basada en la propia experiencia: hay una lengua española con un sustrato unitario de gran fuerza; un sustrato que se haya actualmente con problemas de crecimiento. Cuál sea la suerte del idioma en este proceso dependerá, no meramente de factores espontáneos, sino de la conciencia y responsabilidad de los profesionales de la lengua (los que están en los medios de comunicación y los que se encargan de tareas docentes o académicas) y, por supuesto, de la actitud de los gobiernos y de que estos comprendan el peso que puede adquirir una forma de comunicación extensa, económica, internacional e intersocial como es, en nuestro caso, el español. Respecto a la unidad del idioma, Alvar la ilustra con una anécdota debida a García Márquez: cuando le preguntaron cuál era el más grande novelista de Colombia, el premio Nobel contestó sin vacilación: "Cervantes".

Páginas interesantes -y comprometidas- se dedican al problema de la integración de las minorías indígenas en la vida nacional a través de la alfabetización en español, el único medio real de "liberar a millones de seres que pertenecen a comunidades marginadas, de romper las barreras de introversión que impiden el acceso de estos grupos a la vida colectiva del país". Sorprendentes para muchos lectores resultarán los artículos dedicados a los primeros pasos de exploradores, misioneros y soldados en la ignota América virreinal, pues son algunos los tópicos que todavía subsisten respecto a la labor de los españoles, sobre todo en el terreno lingöístico.

Español en dos mundos es, en fin, una genuina antología del quehacer de Manuel Alvar, tanto por los temas cuanto por el estilo literario con que se tratan. Para que no falte nada, se acompaña el libro de una entrañable colección de fotografías del autor, instantáneas de sus viajes por América que se cierran con la última foto tomada en vida del autor, junto a Elena, su mujer, en la casa de Chinchón.