Ensayo

Los atributos del capón

Ángel Medina

8 mayo, 2002 02:00

ICCMU. Madrid, 2002. 179 páginas, 12 euros

Uno de los personajes que ejercen más fascinación en el mundo de la lírica es del castrato, término con el que identificamos a aquellos cantantes que, antes de llegar a la pubertad, eran emasculados para que conservaran su timbre de niño en un cuerpo de hombre, una especie de engendro muy bien apreciado por su virtuosismo vocal, tal y como testimonian las numerosas óperas que protagonizaron, y la fascinación que ejercía en una sociedad capaz de mirar hacia otro lado en este tipo de atentados. Esta salvajada vista desde nuestra perspectiva, fue tolerada e incluso fomentada desde Egipto y Persia hasta la expansión de los principios de la Revolución Francesa por Europa. Los castrati fueron popula- rizados gracias a la película Farinelli de Corbiau y se han visto idealizados por una amplia y confusa relación de fuentes de información variopinta que nos han transmitido una imagen lejana a la realidad. Hay que pensar que el último y único testimonio sonoro proviene de una voz envejecida, y a través de una grabación de principios de siglo. Basta repasar los requerimientos que demanda a su protagonista una pieza como Ariodante de Haendel para comprender que eran auténticas máquinas vocales, de un grado de perfección absoluto.

La bibliografía existente en el caso español era bastante limitada. De ahí que el profesor ángel Medina haya querido rastrear la imagen histórica de los cantores castrados en España en su libro Los atributos del capón, término con el que se denominaba en nuestro país a este tipo de voces. El tema se presta a un tratamiento morboso -aspecto que no rehuye Patrick Barbier en su volumen, excelente, publicado hace unos años en Javier Vergara- pero ángel Medina ha querido centrarse sólo en el aspecto científico.

Es sorprendente la cantidad y calidad del material reunido y todavía más la falta de interés de nuestros investigadores que no han sabido aprovechar un caudal sociológico, psicológico y musical entre otros muchos aspectos que sí avanzara Vallejo-Nágera en sus Locos egregios. ángel Medina ha sorteado la falta de una bibliografía hilando un volumen que recorre estas figuras en la tradición literaria y en la documentación histórica. Como además está muy bien contado, las 180 páginas se leen con facilidad e interés.