Continuum. ¿Cómo funciona el cerebro?
Francisco Mora
31 julio, 2002 02:00Francisco Mora. Foto: Mercedes Rodríguez
Tan cercanos encuentro estos dos textos que me ha parecido oportuno dar de ellos noticia conjunta. Sus autores mismos, dos prestigiosos profesores españoles, se citan mutuamente al abordar desde perspectivas distintas el misterio de nuestro cerebro, algo que seguramente despierta hoy un interés general.Lo que aquí nos ofrecen tuvo su origen en sendos cursos diseñados para un público no necesariamente especializado en neurobiología, por lo que, al extenderlos hasta el contenido de un libro, mantienen ese carácter de alta divulgación. Indefectiblemente se ven ambos impelidos a comenzar su exposición con un recorrido por la historia evolutiva que, a lo largo de millones de años, y con muy variadas formas de adaptación al medio, provocó la aparición de un cerebro grande que nos permite acumular experiencia, procesarla, dar lugar a un desarrollo progresivo de aprendizaje y memoria y llegar a programar la conducta.
El profesor Mora, que ya había tocado el tema en un libro anterior, El reloj de la sabiduría, vuelve ahora sobre él con el estudio de ese proceso continuo (y de ahí su título) cuerpo-cerebro-mente, que nos diga cómo es el funcionamiento de nuestro cerebro, el que hace brotar en nuestra conciencia el ser "nosotros mismos", al interpretar el mundo y el modo como actuamos en él. El "yo" es una referencia que el cerebro tiene de los acontecimientos externos y de su propio cuerpo, que puede por ello cambiar con el tiempo junto con la personalidad, las emociones y sentimientos y la consciencia es ese reconocimiento de mi yo, la construcción que nos diferencia del resto del mundo y crea individualidad.
Hasta llegar a estas metas hay un largo camino que el autor nos hace recorrer sin hurtar interpretaciones distintias y confesar indefiniciones y puntos todavía no aclarados en el conocimiento que del funcionamiento del cerebro se va alcanzando.
Y así nos habla del sueño y de los ensueños, o de cómo pasa al cerebro la información sensorial que le permite incluso desarrollar un sentido emocional, no existente en la naturaleza, que puede llevarle a percibir las cosas como buenas o malas. Por eso, emociones y sentimientos se unen a las conductas necesarias para la supervivencia, llegando a codificar castigos y recompensas, placer y dolor. Y apunta el capítulo decisivo de la introducción del lenguaje, consecuencia sin duda de los movimientos de colectivización; de la memoria y su localización cerebral, las cosas que guarda y las que pierde; enfermedades mentales y envejecimiento del cerebro, uno de los grandes enigmas de la neurociencia, y el destino inexorable de la muerte.
No es otro, naturalmente, el final del libro de Acarin, que lleva por subtítulo "Vida, sexo, conducta, envejecimiento y muerte". Tal vez menos sistemático puesto que, como él mismo dice, cabe leer los capítulos en el orden que se quiera, está escrito también de forma asequible y amena, aportando ejemplos y testimonios aclaratorios. Pero, sobre todo, en lo que se centra es en analizar los orígenes y los móviles de la conducta humana, en responder a la pregunta: ¿por qué nos comportamos como lo hacemos?
Pone, pues, el acento en temas como la consciencia, que engloba memoria, razón, juicio, lenguaje o percepción; en nuestras tendencias al placer, al afecto y solidaridad, y a la agresividad, que no es necesariamente violencia, para sobrevivir; en las emociones, funciones cognitivas o mentales dependientes del sistema límbico y del córtex prefrontal; la moralidad, como norma que garantiza el encaje del individuo en los intereses generales de la comunidad, etc.
Somos fruto de una larguísima evolución a lo largo de la cual se ha ido formando nuestro cerebro, cuya capacidad para la emoción, el afecto y la cultura nos hizo humanos; pero es también productor de cultura y de técnica y con potencia para configurar el futuro de la humanidad. Esto es lo que, cada uno según su intención, nos explican estos dos libros, compenetrados y complementarios, realmente incitantes, de los que apenas un ralo índice he podido aportar como comentario.
La revolución pendiente
Asegura Francisco Mora, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, que la del cerebro es "la gran revolución que está por venir, lo mismo que fue la de Darwin o la de Einstein. Que haya una revolución en los conocimientos sobre el cerebro significa que posiblemente estamos en líneas equivocadas de investigación". A lo mejor, explicaba en una entrevista con El Cultural, "hay que retomar hallazgos del pasado a los que no hemos dado importancia y que pueden llegar a ser la clave para poder entender el futuro de cómo funciona el cerebro. La intimidad de su funcionamiento nos es aún desconocida". Doctor en Medicina por la Universidad de Granada y doctor en Neurociencia por Oxford, en la actualidad dirige el Departamento de Fisiología de la Universidad Complutense y es autor de más de trescientos trabajos y comunicaciones científicas, y de más de una veintena de libros, entre los que destacan El cerebro sintiente (Ariel, 2000), The hot brain (MIT Press, 2000), o El reloj de la sabiduría (Alianza, 2001).