Image: Diarios

Image: Diarios

Ensayo

Diarios

Arcadi Espada

7 noviembre, 2002 01:00

Arcadi Espada. Foto: M.R.

Premio Espasa Ensayo. Espasa. Madrid, 2002. 280 páginas, 16 euros

En la solapa de este volumen puede leerse que Arcadi Espada (Barcelona, 1957) recibió el premio Ciutat de Barcelona de Literatura por Contra Catalunya, y en 2000 el Francisco Cerecedo por Raval. Del amor a los niños. Ahora, con esta obra, ha sido galardonado con el premio Espasa de Ensayo 2002. Sus tres últimas obras han recibido una recompensa que será merecida, pero es un hecho que llama la atención en un autor que hace de la crítica y de la regañina una de sus banderas favoritas.

Diarios comienza el dos de enero de 2001 y acaba el 29 de diciembre de ese mismo año. Espada va dando su opinión -no todos los días- sobre los acontecimientos que conforman la actualidad. Lo hace de un modo lo suficientemente prolijo para dar cabida y profundidad a la reflexión sobre lo que pasa.

Aunque este texto utiliza el término diario para su título, su contenido se acerca más a lo que en el género biográfico se denominan memorias. En el recuerdo, Espada apenas rememora su yo, sus circunstancias íntimas. Su escritura se apoya en la Prensa y es ajena en general a los sentimientos, pasiones o deseos que reflejan cartas o diarios.Tampoco es que estemos ante un diario de navegación o un diario metereológico. Espada muestra sus filias y sus fobias, más estas últimas que las primeras, pero tira mucho por elevación. Entre sus proyectiles de tiro recto abundan mucho los de trayectoria curva.

De las múltiples entradas de esta rememoración del año pasado destacan tres. En primer lugar, las que se refieren a su anterior libro, Raval. Del amor a los niños. Espada investigó ese caso de pederastia situado en el Raval, un barrio pobre de Barcelona, y lo denunció como una monstruosa manipulación por parte de los medios de comunicación, de la policía y de la Audiencia de Barcelona. El juicio tuvo lugar a lo largo de los primeros meses del año 2001 y los pederastas fueron condenados a penas de cárcel. Arcadi Espada insiste en distintas entradas de su diario en que aquello fue un gigantesco caso de manipulación, y el abajo firmante, que fue quien hizo la recensión en estas mismas páginas del citado libro, no es capaz de ver nítido ni evitar las ganas de vomitar.

El terrorismo, como no podía ser de otra manera, constituye la segunda y constante referencia. De todo lo mucho y bien escrito por Espada destaca su análisis del asesinato en Barcelona de Ernest Lluch. Explica muy bien la cobarde reacción del catalanismo. Sólo se le queda una cosa en el tintero: el nombre de la periodista que al final de la tremenda manifestación de repulsa por la muerte de Lluch actúa más allá de lo pactado y falsea la realidad del asesinato con el lema "negociación". Espada, que no duda en machacar, con motivos, a Bauluz por una fotografía manipulada -que recibe el premio Pullitzer- del náufrago de color de una patera ahogado en una playa repleta de bañistas, Espada, que da fecha, nombre y apellidos de todo -y el lector se lo agradece- se calla en ese caso. Lo malo es que la periodista, incontinente verbal, trabaja en su misma empresa multimedia y lleva un potente espacio en la radio de la tarde.

El tercer gran eje de reflexión lo constituye la crítica al periodismo actual. Espada ve el origen de la crisis actual en el "frívolo solapamiento entre verdad y ficción". Habría que establecer, en su opinión, una separación más nítida entre periodismo y literatura. Se evitarían de este modo abusos como los de quienes recrean situaciones reales sin haber estado presentes o conocerlas a fondo. La crítica que hace Arcadi Espada a Soldados de Salamina de Javier Cercas va en esa dirección, la de advertir contra la reconstrucción que desde la ficción se hace, con demasiada frecuencia, del pasado. Espada dice muchas verdades.