La celda de Próspero
Lawrence Durrell
1 mayo, 2003 02:00Un hogar que compartió con Ulises, pues Corfú, según leyendas, fue la isla de los Feacios. A una de sus playas pudo llegar el náufrago Odiseo. No es poca aura para un lugar asumir un momento tan estelar de la literatura universal. Durrell se reúne con sus amigos en el bar La Perdiz, donde comenta las cartas que le escriben Unamuno o Henry Miller, y nos presenta a personajes pintorescos como T. Stephanides o Zarian.
Durrell dedica un largo capítulo al autor teatral de títeres Karaghiosis. Aquí aprovecha para definir el carácter nacional griego: "se basa en la idea del hombrecillo empobrecido y pisoteado que saca el máximo partido de lo que tiene alrededor gracias a su ingenio". Le odiamos cuando escribe que la Odisea "es aburrida, amorfa y está mal construida". No se lo perdonamos aunque opine que describe con "precisión encantadora" a los griegos modernos.