Image: El olor del miedo / Yo maté a un etarra

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Ensayo

El olor del miedo / Yo maté a un etarra

Matías Antolín / Jorge Cabezas

1 mayo, 2003 02:00

Matías Antolín. Foto: S. Barrenechea

Temas de Hoy, 2003. 343 págs, 16 euros / Planeta, 2003. 449 págs, 19’50 euros

Ambos libros son cara y cruz de una misma moneda. El de Matías Antolín retrata el interior de la banda terrorista ETA, mientras que el de Jorge Cabezas recoge los entresijos de la lucha antiterrorista desde el testimonio privilegiado de un testigo de excepción.

De entrada, pues, lo más remarcable es que El olor del miedo y Yo maté a un etarra tienen en común la calidad e interés de las fuentes. El primer autor remata con su libro la trilogía sobre la temática etarra, una obra muy personal, verdadera inmersión íntima y profesional en el rastro de dolor y muerte que deja la acción asesina de la banda etarra siguiendo los pasos de los protagonistas, los mártires de la democracia española y, particularmente, los verdugos. Los testimonios, principalmente a través de ex etarras (Juan Manuel Suárez Gamboa, Txelis, y otros) documentan y enriquecen, a caballo entre la repugnancia y la fascinación por las cotas de maldad, como ocurre con el nazismo, el trabajo de Antolín, a lo que hay que añadir el interés de esa visión emocional tan personal. Entre los episodios que más llaman la atención del trabajo de Antolín destaca la parte dedicada al entrenamiento de los terroristas en Argelia .

El conjunto constituye, en definitiva, una desmitificación de la visión romanticoide que de antiguo nutre el imaginario de las distintas promociones que ingresan en el grupo a través de la enfatización del factor del miedo. Primero, el buscado, aquél que provoca entre la población y los amenazados. Segundo, el que dota a los sujetos de la banda, sobre todo a los capos, de ese halo de poder que pretende compensar lo que en realidad es su insignificancia personal. Tercero, el temor que se expande en el interior del grupo, para sujetar cualquier intención de disidencia y para controlar y utilizar a los presos y sus familias.

El libro de Jorge Cabezas, otro acreditado periodista, explota una vía de investigación poco explorada, la de los testimonios de quienes han luchado contra el terrorismo. El resultado es interesantísimo y enormemente útil para aclarar la evolución de los cuerpos de seguridad en la lucha contra la banda etarra, desde las postrimerías del franquismo hasta casi la actualidad. Los hechos que se relatan, algunos absolutamente desconocidos, como la utilización por los servicios secretos del presidente del gobierno Arias Navarro como cebo para capturar a un comando, sin que fuese informado, sin duda, despertarán el interés del lector, a lo que hay que añadir el vibrante atractivo de la narración.

Sin embargo, por encima de ese atractivo sobrevuela el valor del testimonio para evaluar la acción de las fuerzas de seguridad del Estado. El punto final es satisfactorio, los cuerpos de seguridad han llegado a alcanzar un alto grado de profesionalidad en su labor de investigación, están dotados de medios adecuados y, aunque persisten problemas de coordinación, se ha avanzado mucho en esta materia.

No obstante, los primeros tiempos, desde finales del franquismo a principios de la Transición, fueron un desastre: la represión indiscriminada y la tortura alimentaron la plaga terrorista; la pobreza de medios y la falta de capacitación, para algo que no se esperaba, denota la precariedad en la que se sostenía aquel régimen burdo que era el franquismo; la impotencia tuvo su reflejo en el consentimiento de las acciones del Batallón Vasco Español primero y la promoción del GAL después, sendos errores que retrasaron el tratamiento profesional del problema; y, además, la falta de colaboración francesa. Sólo desde que todo esto se fue solventando desde mediados de los ochenta, la cosa mejoró, fruto de una buena colaboración con los vecinos y la modernización del aparato policial. La banda está en vías de extinción. Basta comprobarlo constatando el relevante papel que ahora desarrollan los sedicentes nacionalistas moderados en la búsqueda del camino hacia la independencia.