Image: La política en el laberinto

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Ensayo

La política en el laberinto

Justo Zambrana

11 septiembre, 2003 02:00

Justo Zambrana. Foto:Tusquets

Tusquets. Barcelona, 2003. 256 páginas, 15 euros

A partir de una base de lecturas en las que dominan los politólogos y sociólogos en boga dentro de la izquierda, Justo Zambrana, un político con importante formación teórica que desempeñó destacados cargos en el partido y en la central sindical socialista durante la etapa de hegemonía del PSOE, analiza la deriva actual a partir de las tres últimas décadas y plantea propuestas para configurar un nuevo discurso en el que la izquierda modernice y adapte sus nuevas propuestas.

El libro se distribuye en cuatro capítulos y un epílogo. El primero describe el fin de la hegemonía de la izquierda en el mundo occidental desde mediados de los setenta; cómo fue devaluándose su discurso y afianzándose el de la derecha neo-liberal y los factores que intervinieron en este proceso definido por la incidencia abrumadora de los cambios consumados por la revolución económico-tecnológica. Dentro de este marco, el segundo capítulo enfatiza la posición de superioridad que la derecha ha obtenido de las circunstancias propiciadas por la mutación técnica. El tercero describe los efectos de este nuevo panorama sobre la democracia que, según el autor, queda altamente mediatizada por el predominio de lo económico sobre lo político-institucional, factor tradicional de compensación e igualación en las sociedades industriales.

El cuarto capítulo abandona el cariz descriptivo del examen para proponer las respuestas que, partiendo de conceptos y valores, debe dar la izquierda a la nueva situación que plantea la sociedad postindustrial. Realiza una encomiable labor de crítica que pasa por la estimación de la sociedad civil y de otros criterios liberales, aunque persista en la línea tradicional de hacer pivotar la labor de la izquierda sobre el Estado. Incorpora el atractivo concepto republicano de ciudadanía y, con muchas matizaciones, acepta el fenómeno de la globalización. Sin embargo, frente a esas interesantes consideraciones, en conjunto, la visión que el autor sostiene es apocalíptica. Hasta le atribuye la culpa de los nacionalismos etnicistas, como si el neoliberalismo tuviera algo que ver con las políticas genocidas aplicadas por Milosevic.

De todo lo escrito, quizá la parte más atractiva, por su importancia documental, es el apéndice, donde Zambrana describe la gestión de gobierno socialista, la experiencia de su generación. A la realidad del bagaje positivo del socialismo en cuanto a la consolidación de la democracia, desarrollo del estado de bienestar y protagonismo internacional de España, se unen acertadas críticas y consideraciones pertinentes de cuáles fueron los errores que causaron la decadencia política.

Lo peor, una valoración de la derecha en la que persisten las actuales rémoras que lastran el discurso de la izquierda y que consiste en la contumaz porfía en identificar a aquélla con el franquismo para deslegitimarla. Una demostración perfecta de que los socialistas no han superado el sectarismo.