Image: Memorias

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Ensayo

Memorias

Alberto Insúa

30 octubre, 2003 01:00

Alberto Insúa

Ed. Santiago Fortuño Llorens. FSCH. Madrid, 2003. 447 páginas, 15 euros

Alberto Insúa -pseudónimo de Alberto Galt y Escobar- murió en 1963 con 80 años. Tras la guerra civil se exilió en Buenos Aires, y su última tarea importante fue la redacción de unas Memorias que dejó inacabadas, pese a que se publicaron tres volúmenes entre 1952 y 1959.

Insúa (periodista, autor teatral y novelista) había sido un escritor reconocido y muy famoso, sobre todo en la década del 20 del pasado siglo. Hombre educado en la estela modernista y postmodernista, y cercano a la llamada novela galante, su estilo tendió siempre a la claridad atractiva y al llano y buen decir literario. Pero Insúa fue, para algunos, un escritor cercano al 98, por su peculiar situación de español cubano. Había nacido en La Habana, de padre español y madre cubana, cuando la isla era aún española, y su familia volvió a España cuando pasó, tras breve guerra, a manos yanquis a fines de 1898. Esta parte -su vinculación cubana y el relato personal o a través de recuerdos familiares, de los últimos años de la Cuba española- cuenta entre lo más interesante de este libro, porque ofrece una visión insólita entonces del nacimiento del imperialismo yanqui. Estos hechos hicieron de Insúa un antiyanqui y antibritánico toda su vida, y eso que siempre fue un buen burgués. Por eso, en 1915 (Insúa era corresponsal en París durante la Gran Guerra) cuando Julio Camba va a proponerle cambiar París por Londres, donde él era a su vez corresponsal, Insúa reconoce que él muy anglófilo no era. Curiosamente las memorias terminan cuando, en 1927, y como escritor famoso, Insúa vuelve a una Cuba muy cambiada. Sus impresiones quedarán en una novela del año siguiente, titulada Humo, dolor, placer. Fuera del tema cubano y del mundo y drama de la Gran Guerra -Insúa era aliadófilo y casi intervencionista- lo principal y ameno de las memorias es su repaso ágil y no demasiado maledicente por la vida literaria y política española, en las dos primeras décadas del siglo XX. Desde Valle Inclán (con el que no simpatiza) hasta Azorín, pasando entre muchos por Blasco Ibáñez -su competidor en fama- Emilia Pardo Bazán, Unamuno, Benavente o Antonio de Hoyos y Vinent, cuyo salón frívolo frecuentó en ocasiones... También hay algún escritor francés (todo hace pensar que Insúa tuvo alguna liaison con su traductora francesa) como Barrès o Anatole France... Bohemios, mundo noctámbulo, problema español. Aunque vivió en las vanguardias y la modernidad, Insúa fue un hombre de la época de entresiglos, y ahí está su mayor información y mejor encanto.

Santiago Fortuño Llorens ha hecho una antología de las Memorias que resulta muy convincente en su trabazón, y un prólogo que queda algo corto en la parte biográfica. Aunque su trabajo es bueno, debiera habernos contado qué fue de Insúa luego de 1927. Sabemos que tras la Guerra Civil escribió menos y fue entrando en el olvido. Es cierto que su época había quedado atrás. Pero estas Memorias (vivas y nada pretenciosas) son muy recomendables.