Ensayo

La escritura del gesto. Conversaciones con C. Gilly

Pierre Boulez

4 diciembre, 2003 01:00

Trad. Ferrán Esteve. Gedisa. Barcelona, 2003. 174 páginas, 11 euros

En la confusión de tendencias que ha vivido la historia de la música en la segunda mitad del siglo XX, sobresale entre media docena de figuras la de Pierre Boulez (Montbrison, 1925). Ya no es sólo por su capacidad creativa que ha producido obras emblemáticas en el arte de la manipulación de sonidos como Pli selon Pli o Le marteau sans maître, sino porque su inteligencia le ha catapultado a un puesto excepcional, cual látigo dispuesto a fustigar la sociedad que le acoge. No es de extrañar que se haya convertido en uno de los personajes más controvertidos de Francia -y basta repasar sus recientes declaraciones a Le Monde de la Musique donde pone de vuelta y media a la clase política de su país- en gran parte porque su proyección, a través de la palabra, de la creación y de la dirección de orquesta, le han dado una dimensión global. Pero a la vez, es un hombre de un extraordinario sentido común, una personalidad de trato afable, simpática e ingeniosa, un encantador de serpientes provisto de un cociente intelectual que desafía cualquier medida. Todas estas muestras se atisban, cuando no se muestran directamente, en el estupendo libro de conversaciones con Cécile Grey, titulado La escritura del gesto. Boulez es uno de los seres más colaboradores en una entrevista que he conocido. Su inteligencia y sus clarísimas ideas -polémicas o no- facilitan que cualquier conversación se llene de titulares. Un libro de conversaciones es un strip-tease intelectual de primer nivel, más por el que contesta que por, en este caso la, que pregunta. La ya considerable bibliografía del compositor y director de orquesta se ve acrecentada por un volumen del máximo interés donde cuenta muchas cosas que, no por conocidas, resultan menos valiosas. Para leer de un tirón y guardar como documento de uno de los seres más excepcionales de nuestro tiempo.