Image: La globalización de los derechos humanos

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Ensayo

La globalización de los derechos humanos

Matthew J. Gibney (ed)

11 diciembre, 2003 01:00

Noam Chomsky y Vandana Shiva muestran el otro lado de la globalización: dos pensamientos similares elaborados en contextos culturales diversos

Traducción de Helena Recassens. Crítica. Barcelona, 2003. 248 páginas, 18 euros

Este libro trata de encontrar explicación a la inquietante paradoja que Mattew J. Gibney, coordinador de los textos que componen este volumen, plantea en su introducción. ¿Cómo es posible que en un mundo en el que los derechos humanos se respetan cada vez más aumente el número de quienes perciben que sus vidas escapan a su control?

En los tres primeros capítulos, debidos a Susan George, Noam Choms-
ky y Vandana Shiva, la globalización se contempla en sus aspectos más negativos. Para los citados autores la globalización se caracteriza por dos rasgos básicos. En primer lugar por su carácter financiero y, en segundo lugar, por las transacciones de bienes y servicios a nivel mundial.

El Banco de Pagos Internacionales señala que las transacciones mundiales de dinero en los distintos mercados de divisas están en torno a los dos billones de dólares, cuatro veces el PIB español. Si esto supone enormes beneficios para algunos países, para otros significa, en opinión de George, Chomsky y Shiva, un considerable empobrecimiento ya que la solvencia de sus divisas está en función de unos movimientos de capital en la que ellos no participan. Las crisis financieras de Rusia o el sureste asiático constituirían un ejemplo. De ahí que el movimiento antiglobalización exija que se aplique a los flujos de capitales la Tasa Tobin, que no es otra cosa que un impuesto que gravaría los movimientos de dinero entre Estados.

El segundo rasgo básico de la globalización es el de las transacciones de bienes y servicios. El problema, explicitado en el artículo de Shiva, radicaría en la dificultad que tienen los países productores de materias primas, pobres en general, para vender sus productos en las naciones más poderosas. El proteccionismo norteamericano a la importación es considerable. La troica formada por George, Chomsky y Shiva contempla la globalización como la expresión de un neoliberalismo mundializado al servicio de la hegemonía cultural, política, económica y militar de los EE.UU. Para ellos, el desarrollo de los derechos humanos de esta última década no compensa la lógica de la expansión del capitalismo empresarial y la voracidad de la política exterior norteamericana. Las respuestas de M. B. Likosky, Alan Ryan y Yoghi Sikand a los textos de George, Chomsky y Shiva van más en la dirección de más de lo mismo que del contraste de pareceres.

Las tres últimas contribuciones del libro, las de Joseph Stiglitz, Homi Bhaba y Anthony Appiah analizan la evolución de los derechos humanos a la luz del vertiginoso cambio que se está produciendo en todo el mundo. Los tres coinciden en poner de manifiesto el creciente papel que juegan las organizaciones internacionales, las ONG y los nuevos movimientos sociales con el apoyo de las nuevas tecnologías. Internet, el video, el cable, etc. están dando oportunidad a los ciudadanos de ejercer un mayor control sobre los políticos que les gobiernan. Además el aumento del número de emigrantes, refugiados y la aparición de nuevos nacionalismos excluyentes complican las visiones de la identidad nacional y del multiculturalismo.

Stiglitz hace en su ensayo una brillante defensa del derecho del ciudadano a "estar enterado". El secreto, escribe, no es más en la mayoría de los gobiernos que la necesidad de proteger intereses partidistas. En la respuesta a cargo de B. S. Chimni se insiste en que la transparencia debería llegar a las instituciones internacionales y a las empresas multinacionales.

Mientras Bhaba hace una defensa cerrada del multiculturalismo, Appiah, en el texto más bello y original del volumen, hace una defen-
sa del cosmopolitismo. A contracorriente, sitúa Appiah su discurso moral sobre los derechos humanos en un ámbito de solidaridad internacional que conforta ante la actual oleada de pequeñas y opresivas patrias. Las respuestas a estas dos últimas contribuciones, a cargo de Charles Taylor y Richard Rorty, puntúan lo escrito por Bhaba y Appiah.

Estos textos coinciden en afirmar que la relación entre globalización y derechos humanos está llena de dificultades. Señalan que la expansión del capitalismo está propiciando una moral colectiva en la que la igualdad y la seguridad económica tienen cada vez menos valor. Si se acepta con los autores de esta obra que los derechos humanos en un mundo globalizado presentan una fragilidad que requiere una decidida tensión política y ciudadana, no puede obviarse cierto tufillo a rancio al ponerse en el neoliberalismo todos los males de la globalización.