Image: Carlos VI

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Ensayo

Carlos VI

Virginia León

15 enero, 2004 01:00

Carlos VI, por J. G. Auerbach

Aguilar. Madrid, 2003. 412 páginas, 25 euros

Virginia León es una consumada experta en el estudio del austracismo, o lo que es lo mismo, la opción favorable al archiduque Carlos en el conflicto sucesorio que dividió la Monarquía de España tras la muerte de Carlos II (1700).

En Carlos VI, el emperador que no pudo ser rey de España, más que una biografía del archiduque -quien sería, a partir de 1711, el emperador Carlos VI- se hace un recorrido sobre su época, con especial referencia a la guerra de Sucesión al trono de España -vista esencialmente desde el bando austracista- la actuación de Carlos como rey (Carlos III) durante aquellos años, así como su protección posterior a los fieles que se exiliaron, siguiéndole a Viena y los territorios del Imperio. Educado para ser rey de España, Carlos VI mantuvo siempre su reivindicación de dicho título y su recuerdo de los años pasados en España, así como diversos hábitos y costumbres adquiridos entonces.

La guerra de Sucesión española fue una contienda internacional motivada por diversas causas, como los derechos dinásticos contrapuestos al trono español (de los Borbones de Francia y los Habsburgo de Viena), el fundado temor de Inglaterra y Holanda a que el asentamiento en el mismo de Felipe V -heredero legítimo de acuerdo con el testamento final de Carlos II- fortaleciera en exceso a su abuelo Luis XIV, o las ambiciones de las diversas potencias europeas por participar del inmenso botín de la Monarquía hispana. Pero fue también una guerra civil, aunque en este caso no puedan rastrearse otras causas de peso que la propia división generada por la existencia de dos posibilidades dinásticas. Ciertamente, el alineamiento con Felipe V o con Carlos III reflejó -agudizándolas- tensiones y divisiones preexistentes, pero éstas no eran superiores a las que pudiera haber en cualquier otro momento, sin que en 1700 existiera en España una situación que hiciese presagiar un conflicto.

La guerra, sin embargo, tendría importantes consecuencias no sólo en el ámbito internacional, en el que se produjo la victoria de los aliados, partidarios de Carlos, lo que llevó al desmembramiento de la Monarquía española de los Austrias en los tratados de Utrecht-Rastadt (1713-1714). También dentro de España donde, por el contrario, triunfó el monarca Borbón, que asentó así su dinastía, aunque a costa de una división traumática, pues los territorios de la corona de Aragón -y en especial Cataluña- apoyaron mayoritariamente al pretendiente austriaco frente al respaldo de la corona de Castilla a Felipe V. La consecuencia fue la supresión de las instituciones y leyes privativas de tales territorios y su sumisión a las de Castilla y al centralismo de cuño francés, medida que ha tenido consecuencias en la historia posterior.

Los años finales del reinado de Carlos II y las diversas opciones sucesorias, el drama de la guerra civil desde la perspectiva de los austracistas, el reinado español del pretendiente y la dirección de la guerra en España por parte del bando aliado, el gobierno de los territorios italianos conquistados, el acceso de Carlos al trono imperial, las negociaciones de paz y la retirada de las tropas aliadas de Cataluña, la defensa heroica de Barcelona, el exilio, o las posteriores relaciones con España hasta la muerte del emperador en 1740, forman la trama argumental tras la que se adivina la presencia del personaje, un tanto desvaído siempre como protagonista de esta historia, probablemente por su escasa persona- lidad y del menguado control que tuvo sobre las decisiones de un bando aliado dependiente de subsidios exteriores. Se trata, en cualquier caso, de un buen libro de historia, bien documentado y escrito, que contribuye al conocimiento del periodo, del personaje y de otros protagonistas de aquel decisivo conflicto.