Ensayo

Marroquíes en la guerra civil

J. A. González Alcantud (ed.)

19 febrero, 2004 01:00

Anthropos, 2003. 234 págs, 12’50 euros

Las historiografías nacionales tienden a "tabuizar" -o a secuestrar- ciertos aspectos de la historia que les conciernen.Un ejemplo antológico es el que atañe a la participación de soldados marroquíes en la guerra civil. Se trata de un campo equívoco, como se subtitulan los ocho trabajos que se ofrecen en esta obra, quizá la primera que recoge en un solo libro enfoques historiográficos marroquíes (A. Benjelloun, Hakim, etc) y análisis españoles (Moga Romero, González Alcantud) y europeos (Balfour). Puesto que los equívocos entre vecinos territoriales son siempre un pandemonium, los caídes del norte de Marruecos sirvieron de mediadores propagandistas a favor de Franco. Los miembros del joven partido nacionalista -con Abdeljalek Torres a la cabeza- mantuvieron la neutralidad. De una esperanzada apuesta a favor de la república de 1931, no pocos nacionalistas norteños fueron inclinándose hacia los golpistas.La participación marroquí en la guerra culminó 30 años de malentendidos, que se iniciaron en 1908; y se cerraron en 1939, cuando Franco pronunció aquello de que los combatientes marroquíes en la guerra serían recompensados con flores recogidas en el "rosal de la paz".

Apunto el hecho publicístico de valor que yace en las ilustraciones que se reproducen en este libro, contrapuestas a la tradición maurófoba que predominó en las revistas de la Península desde la guerra de áfrica. Los insurrectos del 36 vieron en los rifeños a unos combatientes hermanados con ellos por lazos de sangre, mientras que los gobiernos republicanos creyeron en una solidaridad de principios que las democracias occidentales no pudieron (o quisieron) respaldar. Contemplado el asunto desde su dimensión transpirenaica, los campos equívocos se tornaron en baños de sangre a partir de la II guerra mundial.