Image: El imperio del miedo

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Ensayo

El imperio del miedo

Benjamin Barber

22 julio, 2004 02:00

Benjamin Barber. Foto: Archivo

Trad. Marta Pino. Paidós, 2004. 208 páginas, 13 euros

El imperio del miedo es un alegato contra el unilateralismo en política exterior de la Administración Bush. "Este libro se escribió a lo largo de toda una vida y con gran premura", escribe el autor, el politólogo norteamericano B. Barber, en la introducción.

Es cierto: más que una investigación particular es la suma de reflexiones de muchas investigaciones anteriores sobre la política, la democracia, la globalización, el terrorismo, la seguridad y la disuasión. A diferencia del libro más importante de Barber, Strong Democracy (1984), compendio de su tesis doctoral sobre la democracia directa suiza, y del libro que más fama y dinero le ha dado, Jihad vs McWorld (1996), este carece de la profundidad del primero y de la originalidad del segundo.

A pesar de ello, merece la pena leerlo por el aire fresco que aporta al debate (palabras de Stanley Hoffmann), la perspectiva histórica en que sitúa los problemas de hoy, el rigor de su análisis y la pasión con que aborda todo lo que hace sin pecar de sectarismo.

De las cuatro tendencias dominantes en la política exterior estadounidense desde su independencia -los comerciantes hamiltonianos, los democratizadores jeffersornianos, los conquistadores jacksonianos y los salvadores wilsonianos-, Barber, asesor privado de Clinton del 94 al 99 y de Howard Dean en sus fallidas primarias, es una mezcla de jeffersoniano y wilsoniano. Aborrece la visión neoconservadora de la política exterior estadounidense como una versión moderna del "peso del hombre blanco" de R. Kipling y, frente a la Pax americana a golpe de misiles que, según él, trata de exportar Bush tras el 11-S, ofrece una Lex humana o democracia preventiva basada en la cooperación, la diplomacia, el derecho internacional, la seguridad colectiva y el apoyo a la democratización desde dentro y desde abajo, país por país, respetando las diferencias e invirtiendo, sobre todo, en educación.

Lo mejor de su último libro, en mi opinión, es el análisis que hace, en el capítulo 2, de los mitos que alimentan las distintas tendencias de la política exterior de los Estados Unidos desde su independencia. En su respuesta al 11-S, Bush, Cheney, Rumsfeld, Wolfowitz y sus lugartenientes aparecen como nuevos Billy Wood o Amansa Delano, caracteres con los que Melville revela "la hipocresía fatal con que los americanos ensalzan una supuesta virtud que, en realidad, oculta una ceguera moral y que, por tanto, otros interpretan como cinismo, si no como perversidad".

Mucho más convincente en sus críticas que en su propuesta alternativa de democracia preventiva, concluye que "Bush es un presidente trágicamente intolerante con la complejidad" y advierte que, con su manipulación del miedo, está permitiendo que los terroristas, para quienes el miedo es la única arma eficaz, ganen sin disparar un tiro.