Image: Auge y caída del Imperio Británico, 1776-2000

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Ensayo

Auge y caída del Imperio Británico, 1776-2000

Simon Schama

2 junio, 2005 02:00

Cartel de Eduardo VII

Traducción de Juan Rabasseda-Gascón. Crítica. Barcelona, 2005. 552 págs, 23’90 e.

El propio autor advierte en el prólogo de que no se trata de la historia del Imperio Británico, sino de "una historia" entre otras posibles. Pero ¿qué historia es la que contiene el libro de Schama?, ¿qué relación tiene esta obra con la historia?

quien se acerque a ella tratando de comprender las razones del auge y posterior declive del imperio Británico no encontrará lo que busca. En este sentido no puede considerarse un libro de historia, puesto que ni analiza, ni pretende explicar los procesos históricos, ni defiende teoría alguna sobre las causas de la creación, esplendor y crisis del imperio.

Para entender su índole particular conviene recordar que se trata de uno de los volúmenes de una serie sobre la historia de Gran Bretaña creada por la bbc, y destinada a una difusión televisiva. Ello explica la insistencia puesta en los grandes personajes y la cultura escrita del periodo analizado -periodismo, literatura, historia, memorias, tratados políticos, etc.- que vertebran la obra y suponen un acercamiento enormemente interesante al pensamiento y la cultura británica durante los dos siglos que abarca. El imperio queda en un segundo plano y se reduce casi exclusivamente a la India, mientras que el centro esencial del interés de Schama es la política que se desarrolla en la capital y los debates vinculados a ella. Se trata de un buen libro, denso y bien documentado, basado exclusivamente en bibliografía y fuentes impresas, cuyo principal defecto es que corresponde muy escasamente a su atractivo título. Si quien lo lee conoce previamente la historia del imperio británico disfrutará con su contenido, que anima a profundizar en el conocimiento de los últimos dos siglos de la Gran Bretaña y su imperio, así como la literatura y el pensamiento elaborados en su seno durante dicho periodo.

Con su particular enfoque, el autor analiza cuestiones como las huellas de la ilustración francesa en Inglaterra, la estancia e influencia de Rousseau, los efectos sociales de la industrialización o la seducción y rechazo provocados por la revolución francesa. La tensa situación existente en Inglaterra, en que hubo ultrajes a Jorge III, hizo que el gobierno de Pitt, sobre todo en 1795, temiera que se reprodujera la revolución al otro lado del canal. Sin embargo, la lucha contra Napoleón sirvió para reafirmar el patriotismo en torno al rey, así como el interés por la historia y las esencias de la britanidad, que servirían de soporte cultural al imperialismo. Desde el primer capítulo, todo el relato está tejido a partir de numerosas historias individuales, como las de Tom Payne, la fundadora del feminismo Mary Wollstonecraft, Nelson o el duque de Wellington.

Las ideas, opiniones y peripecias personales son el eje fundamental de la trama, que continúa durante el resto del libro a través de gentes como la reina Victoria y su marido el príncipe Alberto, los políticos y primeros ministros del siglo XIX, especialmente Disraeli o Gladstone, escritores y personajes diversos, como John Stuart Mill. Un capítulo de especial interés es el que dedica al feminismo del XIX y a figuras como Harriet Taylor. En relación con el Imperio, el autor señala reiteradamente la contradicción entre "las buenas intenciones" -la convicción de la necesidad y justicia de la obra civilizadora de los británicos- y los provechos materiales del imperio, al tiempo que grandes masas de las poblaciones colonizadas vivían en la absoluta miseria y eran diezmadas por el hambre y las enfermedades. Finalmente, el análisis del siglo XX se centra en la trayectoria de dos personalidades contrapuestas pero con ciertos elementos comunes: Winston Churchill y George Orwell.