Benedicto XVI, el nuevo papa
Jesús Bastante
14 julio, 2005 02:00Benedicto XVI
Pasada ya la euforia bibliográfica de los días que siguieron a la muerte de Juan Pablo II y el nombramiento de Benedicto XVI, se puede hacer un primer balance de la bibliografía que ha aparecido en estos días sobre el nuevo papa.Y lo primero que llama la atención es que apenas se han publicado biografías, ni estudios sobre su pensamiento teológico, y sí, en cambio, se ha reeditado multitud de escritos suyos, teológicos casi todos. No es extraño, porque se trata de un teó-logo, que además combina claridad y profundidad. En los estudios sobre su pensamiento, hay que señalar la excepción de la útil recopilación de textos que publicado Justo Amado, El pensamiento de Benedicto XVI sobre la fe, la Iglesia y el mundo (LibrosLibres). De las biografías, destacan las de Heinz-Joachim Fischer (Benedicto XVI: Un retrato, Herder) y Jesús Bastante, poniendo por delante que, a mi juicio, continúa valiendo la pena acudir a las propias memorias del protagonista (Mi vida: Recuerdos, 1927-1977, Ediciones Encuentro). Fischer y Bastante tienen en común que son periodistas (el primero, del Frankfurter Allgemeine Zeitung; Jesús Bastante, de Abc) especializados además en información religiosa. Pero los suyos son dos libros distintos. Jesús Bastante declara francamente que no le hizo ilusión la noticia de la elección de Benedicto XVI pero que, cuando lo vio salir a la ventana, en la plaza de San Pedro, vio en él a Pedro. Fischer se presenta como una persona cercana al papa; da a entender que tiene amistad con él; además, es teólogo; pero va entrando de puntillas en cada uno de los debates que ha ido suscitando durante años la actuación de Benedicto XVI como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y ni siquiera desarrolla cada uno de esos problemas para que el lector se forme opinión, sino que se conforma con decir que se discutió y levantó ampollas. Jesús Bastante no soslaya esos debates, habla claramente de ellos -con mayor detalle que Fischer-, pero se preocupa más de decir quién es ese hombre que ahora es obispo de Roma, cómo es personalmente y cómo ve el mundo y la Iglesia, a juzgar por lo que ha escrito. Se entretiene lo imprescindible con las inevitables referencias a las profecías de Malaquías y Nostradamus y añade una útil bibliografía de lo que ha escrito hasta que fue elegido papa, cosa que hace también Fischer.
Es como si el libro de Fischer estuviera escrito con miedo a irritar al lector y el de Bastante, no, sino sencillamente para informar de forma amena. La clave, me pregunto si está en lo mejor del libro de Fischer -a mi juicio-, que son las páginas finales. En ellas se pregunta por qué suscitan entusiasmo en tantos jóvenes Juan Pablo II y -ya se ha empezado a percibir- Benedicto XVI, diciendo ambos lo que dicen. Y llega a la conclusión de que es que esa juventud es post liberal. Una buena parte de ella ya no sabe en qué consiste ser de izquierdas y en qué ser de derechas y, si lo sabe, le trae sin cuidado. Fischer lo explica enumerando varios de los nuevos "movimientos" en que se ha articulado la Iglesia pero le falta ver lo que uno vio, con enorme sorpresa, en Cuatro Vientos, en la última ocasión en que vino Juan Pablo II, y es que muchos de esos jóvenes eran chicas con el ombligo al aire y pequeños agitadores de aspecto gamberril. Y, sin embargo, se entusiasmaron con el papa lo mismo que los demás. Algo, ciertamente, ha cambiado en la juventud y a lo mejor no terminamos de enterarnos (el primero, sin duda, yo).