Ensayo

America Latina. De los orígenes de la independencia

Juan Carlos Garavaglia y Juan Marchena

6 octubre, 2005 02:00

Retrato de Bolívar que se conserva en el Congreso de Caracas

2 vols. Crítica, 2005. 563 y 499 págs. 29 ‘50 euros c/u

La historia de América Latina de las épocas precolonial y colonial fue narrada durante años partiendo de posiciones nacionalistas o eurocéntricas. En América Latina fue habitual escribir historias patrias basadas en un contrapunto de buenos y malos, conquistadores y conquistados, libertadores y realistas. Las tesis colonialistas entendieron la conquista del continente americano como la base de la construcción de sociedades desiguales y la conformación de relaciones de dependencia con el exterior. En Europa los manuales de historia de América se concentraron en tratar de explicar cómo surgieron sociedades duales compuestas por colonizadores-colonizadores y en evaluar el aprovechamiento que de los territorios coloniales hicieron las metrópolis, así como en cuantificar las consecuencias que la llegada de la plata ocasionó en las economías del Viejo Mundo. En España, el franquismo potenció durante décadas las posiciones hispanistas que presentaban la historia de América como un receptáculo cuya finalidad era ensalzar los valores culturales, religiosos y morales de la Madre Patria, alejándose en consecuencia de cualquier comprensión de la complejidad del desarrollo de las sociedades americanas.

La historia que ahora publican Juan Carlos Garavaglia y Juan Marchena representa una verdadera renovación de los tradicionales manuales de historia de América. Destinado a los estudiosos latinoamericanos europeos y latinoamericanos profundiza en la discusión de los grandes temas del pasado desde las nuevas preguntas que se hace la disciplina de la historia a finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI. Al haberse divido los temas por problemas interpretativos y cruzar de forma interdisciplinar sus enfoques -evitando reproducir los consabidos capítulos de "economía", "sociedad", "política" y "cultura"- el lector puede comprender con claridad la complejidad del pasado latinoamericano.

Juan Carlos Garavaglia se encarga de analizar las regiones de Mesoamérica y del virreinato del Río de la Plata y Juan Marchena estudia el mundo andino, el Caribe y los espacios colonizados por Portugal. El primer volumen narra de forma magistral las sociedades precoloniales, la invasión europea y la construcción de las sociedades coloniales durante los siglos XVI y XVII. El segundo volumen estudia la evolución de las sociedades indianas durante el siglo XVIII, dejando al lector bien preparado para entender los movimientos de independencia de comienzos del siglo XIX. Unas acertadas reflexiones sobre la economía colonial en el contexto del mercado mundial, las formas de poder y las elites urbanas en el siglo de las luces, y el papel de los mestizos y mulatos en la sociedad colonial completan de forma magistral el volumen.

La bibliografía está actualizada y está bien seleccionada. La edición está cuidada. El manejo que en el texto se hace de las fuentes primarias convierte a la obra en algo más que un manual, pudiéndose ser manejado tanto por los estudiantes como por los profesionales de la materia. Una de las virtudes del texto es el haber revisado en profundidad el discurso del colonialismo, así como las teorías post-coloniales de las relaciones metrópoli-colonias, centro-periferia, desarrollo-subdesarrollo, norte-sur, etc. Tras la lectura de los dos volúmenes, el lector entiende mejor la complejidad de las formas de vida precoloniales y la pluralidad de las formas coloniales, así como la diversidad de sus evoluciones y dinámicas. Con todo ello, el estudioso se encuentra en una mejor disposición para comprender que las dinámicas de las sociedades coloniales americanas no fueron un simple juego en blanco y negro entre buenos y malos, que no permanecieron inmutables en el tiempo y que se dieron importantes diferencias regionales.

Es una pena que la historia escrita por Juan Carlos Garavaglia y Juan Marchena finalice a comienzos del siglo XIX. Sólo cabe esperar que el éxito de los dos primeros volúmenes impulse a los autores a escribir la historia de América Latina de los siglos XIX y XX.