Ensayo

Teoría feminista: de la Ilustración a la globalización

Celia Amorós y Ana de Miguel (Eds.)

12 enero, 2006 01:00

Celia Amorós

Minerva. Madrid, 2005. 3 vol.20 euros c/u. Celia Amorós: La gran diferencia y sus pequeñas consecuencias... para las luchas de las mujeres. Cátedra. Madrid, 2005. 472 páginas. 19’23 euros

Celia Amorós, catedrática de Filosofía Moral y Política de la UNED, y Ana de Miguel, profesora de Sociología del Género en la Universidad de La Coruña, son las editoras de esta obra, en la que El segundo sexo, de Simone de Beauvoir (en la imagen) hace de bisagra entre un primer momento de reivindicaciones imprescindibles y la "segunda ola" del feminismo. De hecho, Amorós subraya cómo las mujeres eran rechazadas sobre la base de las variantes en que se pueda concebir lo Otro de lo humano, como explicó De Beauvoir.

A nadie se le oculta que la violencia de género y esa variante de la misma que es la tradicional discriminación laboral, política y social de las mujeres concita hoy una repulsa prácticamente unánime. Tanto como para haber hecho posibles reformas legales de hondo calado y políticas prácticas de ayuda a las víctimas, sobre las que casi hasta ayer mismo caía un espeso silencio.

Convendría, de todos modos, no olvidar que una cosa es el progreso legal y otra muy distinta el progreso moral real y efectivo. Y que el primero, enfrentado siempre a inercias poderosísimas, no garantiza el segundo, por mucho que, junto con otros factores, acostumbre a favorecerlo. Aquí, como en todo, el tiempo tendrá la última palabra.

Mientras tanto, y entreverado con estas luchas y expectativas, ha ido desarrollándose entre nosotros, tan sigilosa como tenazmente, un pensamiento feminista de gran rigor y aliento hondo, en plena madurez ya y altamente representativo, por otra parte, del "nuevo" pensamiento filosófico español. Los trabajos editados por Celia Amorós y Ana de Miguel en su ambiciosa compilación fundamentan sobradamente esta apreciación. Su ordenación en tres grandes bloques -de la Ilustración al "segundo sexo", del feminismo liberal a la posmodernidad y de los debates sobre el género al multiculturalismo- oficia de instancia articuladora de lo que parece obligado considerar como una historia razonada del pensamiento feminista que se dobla, trascendiéndola, de una sistemática teórica del mismo, capaz de dar cuenta de todos sus momentos -conflictivos o no- con rara voluntad arquitectónica. Todo ello en favor, claro es, de la coherencia del proyecto. Con la particularidad, además, de que esa coherencia, más crítica y autocrítica que dogmática, desde luego, lo es con los vectores o ideas-fuerza que desde sus comienzos guiaron al trabajo pionero de Amorós y de sus colaboradoras.

Coherencia, por pronto, con la decidida inserción programática del feminismo en el contexto histórico ilustrado, por mucho que uno de los empeños centrales del proyecto que nos ocupa sea el de ilustrar a la propia - e irrenunciable- Ilustración en sus "puntos ciegos" con respecto a las mujeres. Algo de todo punto obligado, por otra parte, dado que, como se recordará, si bien la Revolución de 1789 tomó como bandera la igualdad y la lucha contra las discriminaciones en razón del nacimiento, en lo que hace a la mujer no se cumplió sus promesas universalizadoras y emancipatorias. Va de suyo, en cualquier caso, que el "feminismo de la igualdad" aquí teorizado y defendido parte de la conciencia crítica de este hecho decisivo.

Pero coherencia también con otros supuestos. Por ejemplo, el de la inserción del feminismo -que es, él mismo, una teoría crítica- en la tradición de las teorías críticas de la sociedad. O el de su condición militante, con la consiguiente reivindicación de ciertas pretensiones normativas, invocadas desde el punto de vista de la universalidad, "nervio de todo feminismo reivindicativo desde sus orígenes". Lo que lleva, por otra parte, a la inserción del mismo en una inequívoca "cultura de razones", en la que "cualquiera tiene derecho a interpelar las prácticas que se llevan a cabo en contextos culturales distintos: nadie tiene el privilegio de sustraerse a la interpelación". O, en fin, el de la necesaria vertebración del feminismo en cuanto proyecto emancipatorio, en torno a las ideas de la autonomía, igualdad y solidaridad.

El desarrollo de todos estos supuestos, fiel siempre a las exigencias de esta "cultura de razones", procura al lector algo más que un panorama muy completo del tema. Porque la contextualización histórica de los debates y de las luchas concretas, de los planteamientos teóricos y de los correspondientes datos lleva consigo la elevación a consciencia de una serie de elementos sumamente útiles para pensar el presente, incluido algunos de sus problemas más candentes, de la globalización al multiculturalismo, del desafío ecológico a los cambios en las tradicionales relaciones entre capital y trabajo, y de la revolución "informacionalista" a la emergencia de nuevas subjetividades e identidades políticas.

En el volumen que dedica a las "pequeñas consecuencias" para las luchas de las mujeres de la "gran diferencia", valga la ironía, Celia Amorós avanza, sin darlo por definitivamente cerrado, en su ya largo ajuste intelectual y moral con el "pensamiento de la diferencia sexual" (o "feminismo de la diferencia"). Con su habitual lucidez la autora se enfrenta al éxtasis de la diferencia, lo contextualiza histórica y políticamente sin la menor concesión a los habituales espejismos y, una vez más, toca fondo. En este caso un fondo que a todos nos interpela.