Ensayo

La pobreza en el mundo y los derechos humanos

Thomas Pogge

23 febrero, 2006 01:00

Paidós. 348 pp, 22 e. Jeffrey Sachs: El fin de la pobreza. Debate. 550 págs.,16’50 e. Muhammad Yunus: El banquero de los pobres. Paidós. 277 págs., 20 e.

Coinciden los autores de estos tres volúmenes en afirmar que la pobreza es el principal desafío político y moral del siglo XXI. No son los únicos. Jacques Attali, consejero de Mitterrand y autor de la última biografía de Marx, escribió eso mismo en su Diccionario del siglo XXI, y Rodrigo Rato, actualdirector del Fondo Monetario Internacional, se ha expresado en numerosas ocasiones en ese mismo sentido.

En un momento histórico en el que el crecimiento económico global es el más elevado de la historia de la humanidad, el número de personas que sufre y muere en la pobreza es intolerable. Jeffrey Sachs sitúa en el último escalón de la miseria a 1.300 millones de personas de los 6.300 millones que habitan la Tierra.

La lectura de estos tres libros introduce al lector en la complejidad de un problema cuya solución requiere considerar tanto factores estructurales ligados a la economía y al comercio mundial como aquellos otros que tienen un carácter político, geográfico, cultural o religioso. Tres perspectivas distintas pero una misma angustia ante la desigualdad. Thomas Pogge presenta una aproximación de alto contenido filosófico y ético. La perspectiva de Jeffrey Sachs ante la pobreza es la de un catedrático al que el "New York Times" calificó como "probablemente el economista más importante del mundo". Por último, entrar en el texto de Yunus es contemplar con esperanza cómo su idea de los microcréditos funciona con eficacia en donde más se concentra la miseria.

La pobreza en el mundo y los derechos humanos compila ocho ensayos de Pogge escritos entre 1990 y 2001. En los tres primeros reflexiona en torno a las ideas de justicia universal y derechos humanos. Los capítulos centrales abordan la injusticia que implica aceptar un orden global en el que el 46% de la población, la más pobre, posee el 1,2% de la renta global. No puede mantenerse una situación en la que un 15% de la población cuyo nivel económico es de rentas altas posea el 80% de la renta global del planeta. Los tres últimos capítulos proponen distintas reformas institucionales que contribuirían a que el orden internacional fuese menos hipócrita y más efectivo en su ayuda a los países necesitados. De este modo se evitaría que, como afirma Pogge, "por lo menos un tercio de todos los seres humanos muere por causas relacionadas con la pobreza".

Jeffery Sachs, nacido en 1954 en Detroit, es un economista norteamericano conocido por su trabajo como asesor de numerosos gobiernos de países con serios problemas económicos. Consejero del Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, enseña en la Universidad de Columbia, donde dirige el Instituto de la Tierra. El fin de la pobreza, su última obra, se lee con interés mantenido gracias a su atractiva combinación de reflexiones económicas y descripciones autobiográficas de sus viajes y de sus contactos personales con los principales líderes mundiales. La tesis de Sachs es que la pobreza extrema se debe a una compleja combinación de factores. No se trata de pensar que los congoleños son más perezosos que los norteamericanos, sino de elaborar un modelo de análisis capaz de explicar que la pobreza de tantos desheredados no es algo derivado sólo de factores locales o psicológicos sino que está relacionada con un orden global que es necesario cambiar. Para ello se hace indispensable trabajar por encima de las fronteras y de sus nacionalismos para implantar un orden más equitativo. A esto añade Sachs un nuevo enfoque económico, desarrollado por él en esta obra y en otros artículos, que denomina "economía clínica".

El banquero de los pobres es, de los tres, el texto que más arrebata. Es la historia del éxito de un chico nacido en 1940 en Bengala y que, tras estudiar con una beca Fullbrihgt en Estados Unidos, vuelve a Bangladesh para fundar en 1983 el Grameen Bank, un banco dedicado a conceder microcréditos a los más pobres. Yunus ha puesto en marcha 1.417 sucursales y ha demostrado que con un mínimo de ayuda los pobres pueden dejar de serlo. Un empeño de todos.